Después de una aburrida noche, YuGyeom estaba entrando por la puerta de su casa a eso de las nueve de la mañana.
Había estado en la farmacia en la que trabajaba, haciendo la guardia de esa noche pues le tocaba al peligris. Por suerte, a final de mes cobraría más. Esa era una de las razones por las que se solía presentar voluntario para hacer esas guardias.
Con cuidado de no hacer ruido, pues pensaba que su novio, Jungkook, estaba durmiendo, cerró la puerta a sus espaldas y dejó su abrigo tirado en el sofá.
Sin ni siquiera pararse a comer algo, se dirigió a su habitación al mismo tiempo que se quitaba la camiseta dispuesto a ponerse el pijama en tiempo récord.
Sin embargo, antes de llegar a su destino, escuchó la voz de su novio venir del estudio. Utilizaban esa sala para estudiar y, en caso de Kookie, para grabar vídeos.
Sorprendido, fue hasta esa habitación. No estaba acostumbrado a ver al pelinegro grabar a esas horas de la mañana.
Abrió la puerta blanca del estudio y en menos de un segundo, una sonrisa se instaló en su rostro. El chico estaba concentrado en la pantalla de su ordenador. Según podía adivinar por lo que había oído, estaba haciendo uno de esos vídeos donde respondía preguntas.
— Buenos días, bebé —habló de repente con suavidad el mayor.
— Buenas noches... —respondió YuGyeom después de bostezar.
JungKook apartó la mirada de lo que estaba leyendo en la pantalla y miró a su novio con una pequeña risita. Le hizo una señal con la mano para que se acercara, petición a la que el menor se negó.
— Venga, bebé, le quiero dar besitos a mi novio —canturreó poniendo morritos, pero YuGyeom volvió a negar con la cabeza—. Lo siento, chicos y chicas —continuó hablando, esta vez hacia su cámara con un puchero—, yo os quería presentar a mi precioso novio, pero está muy cansado y prefiere dormir...
YuGyeom notó el tono de voz ofendido de su pareja y mientras soltaba una pequeña risita se acercó a él, dispuesto a darle un beso.
Pero antes de que pudiera aparecer en cámara, JungKook se levantó de la silla de un salto y abrazó al más alto, impidiéndole andar un paso más.
— ¡Espera! No pienso dejar que veáis a mi YuGy sin camiseta. Solo yo puedo disfrutar los tatuajes de mi chico —dijo alto, lo suficiente para que pudiera escucharse luego en el vídeo.
— Perdón, pensaba ponerme el pijama —susurró el contrario, más por el cansancio que por vergüenza.
En respuesta, el pelinegro solo ronroneó mientras frotaba su mejilla en el hombro de su novio, consiguiendo poner una sonrisa enorme en el rostro que tanto amaba.
Después de un cómodo rato, ambos se separaron y antes de dejarle marchar, Kookie le robó un suave beso en los labios.
— Prometo no hacer mucho ruido —le sonrió una última vez mientras volvía a sentarse y ahora sí dejó a YuGy llegar a la cama.
Unos quince minutos después, estaba el peligris acomodado en la cama, con su pijama, ya casi dormido. Pero el sonido de la puerta abriéndose le hizo removerse bajo las sábanas.
— Os presento nuestra habitación... Ahora que lo pienso, algún día os haré un tour por nuestra casa —el chico iba susurrándole a su cámara.
YuGyeom optó por no abrir los ojos, aunque escuchaba perfectamente cada palabra que decía el youtuber.
— ¿Veis el bulto ese bajo las sábanas? Es mi trabajador novio —seguía susurrando, en su tono de voz se notaba lo orgulloso que estaba del otro— y... Oh, me ha dejado aquí mi sudadera favorita y lo mejor es que huele a él.
En cuanto la frase acabó, una risa se escapó de los labios del semi-dormido, pues se había escuchado claramente como había fanboyleado. Sabía de qué sudadera hablaba y aunque quería quejarse porque era suya, prefirió intentar volver a dormir cuando le escuchó salir.
Pero no pasaron ni cinco minutos cuando el mayor volvió a entrar, aunque ahora ya no susurraba tanto.
— Mierda, me he dejado el móvil... —se escucharon sus pasos e incluso YuGyeom pudo escuchar como inspiraba con fuerza.— Joder, huele demasiado bien, necesito ponérmela...
Antes siquiera de que le diera tiempo a regañarle por decir palabrotas, se volvió a escuchar como cerraba la puerta.
Suspiró aliviado cuando estuvo en silencio y se acomodó, ahora sí, para dormir. Esperaba que no volviera a entrar... O al menos que ya estuviera dormido cuando eso pasara.
Pero JungKook no estaba dispuesto a dejarle. Se dio cuenta cuando entró por tercera vez unos minutos después.
YuGyeom ya cansado, se sentó en la cama destapándose y miró a su novio con el ceño fruncido, el pelo revuelto y los ojos medio cerrados.
— ¡Por el amor de Dios, déjame dormir, Kook! —gruñó entre dientes, frotándose los ojos con sus puños.
Lo único que hubo como respuesta fue una pequeña risa de parte del chico irritante para YuGy. El menor estaba a punto de volver a gruñir, pero entonces le vio.
Estaba con su jersey, obviamente le quedaba algo grande, cosa que a YuGyeom le enamoraba. Y solo por verle vestido así, no se quejó cuando se dio cuenta de que le estaba grabando con la cámara.
— ¿Habéis visto que sexy está mi bebé cabreado?
Al oírle, el de la cama frunció aún más el ceño, aunque debía admitir que se estaba esforzando en no sonrojarse.
— Bueno, debo ayudar a YuGy a relajarse, así que voy a dejar esto aquí —se apuntó a sí mismo con la cámara, sin dejar desaparecer su gran sonrisa—. Hasta pronto, galletos.
Como el youtuber se esperaba, YuGyeom no relajó su ceño cuando apagó la máquina. Así que poco a poco, se acercó a la cama, hasta colocarse encima del regazo de su hombre, con una pierna a cada lado de él. Este no tardó en poner sus manos en la cadera ajena, preparado para jugar con su conejito.
Ya que no le iba a dejar dormir, debía aprovechar.
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¡Déjame dormir! - Yugkook
FanfictionUn cansado YuGyeom intenta dormir mientras el youtuber que tiene como novio, JungKook, graba un vídeo para sus suscriptores. Antes era un oneshot, luego lo alargué. uwu