Heathens | ʰᵃʳʳʸ ᵖᵒᵗᵗᵉʳ [1]

Prólogo |02

Г
[1 de septiembre de 1991]

[En algún lugar de Londres, Reino Unido]

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Kiera Walker estaba llena de emoción cuando se sentó en un autobús camino a la estación de King's Cross, su gran baúl al lado temblaba ligeramente cada vez que el autobús pasaba por encima de un bache a velocidad . Miró a la pantalla que colgaba del techo en la parte delantera del autobús que mostraba la siguiente parada junto con la hora. 10:13. El autobús iba a llegar a la estación de tren aproximadamente a las veinte y media, el Expreso de Hogwarts saldría a las once. Uno podría preguntarse por qué iba a la estación más de media hora antes, pero los autobuses de su hogar de acogida solo iban una vez cada hora, lo que significaba que era treinta minutos antes o treinta.

Oh, la alegría del transporte público, pensó Kiera con amargura.

Aparte del baúl grande y viejo que tenía a su lado, que le valía unas cuantas miradas; algunas burlona, ​​otras sentenciosas, tenía su vieja mochila con su túnica escolar, que cambiaría en el tren, su varita mágica: once pulgadas, ébano, con un núcleo de pelo Veela, una bolsa de dinero con el poco dinero que creía inteligente para gastar en un año y todavía tendría suficiente para el resto de sus términos de Hogwarts y un bolígrafo de repuesto y algunas envolturas de caramelos que habían estado en la parte inferior de la bolsa por más tiempo del que ella admitiría. También tenía una copia de segunda mano de Alicia y el pais de las marvillas de Lewis Carrol se encontraba allí debajo del brazo, que estaba leyendo por tercera vez.

Kiera no podía explicar por qué le gustaba tanto el libro; solo había algo sobre la absoluta ausencia de lógica y reglas que la atraía. A menudo deseaba poder simplemente hundirse a través de un espejo en un mundo imaginario, aunque sabía que no podía durar más que unas cuantas conversaciones antes de terminar arrancándose todo el cabello de la cabeza debido a la frustración. Por el momento Kiera, sin embargo, no deseaba nada por el estilo. De hecho tenía una pequeña sonrisa en sus labios y un brillo esperanzador en sus ojos mientras salía del autobús, agradeciéndole al conductor e ignorando las miradas que recibió de los otros usuarios desafortunados del número de autobús diecisiete.

Ella iba a Hogwarts.
Ella en realidad iba a un lugar donde encajaría, donde había otros como ella, donde no tendría que esconderse y avergonzarse de su magia. Luchó por subir las escaleras hacia las plataformas y debido a su buen humor, ni siquiera miró a los transeúntes que simplemente pasaban por delante de la niña de once años con un baúl casi tan grande como ella sin un segundo.

Su madre le había contado acerca de la barrera mágica y cómo evitaba que Muggles vagara accidentalmente hacia la plataforma desde donde debía partir el Expreso de Hogwarts, por lo que cuando finalmente llegó a la cima de las estrellas, no perdió tiempo en encontrar la barrera entre las plataformas nueve y diez.corriendo a través de la plataforma nueve y tres cuartos.
Una vez que Kiera estaba al otro lado, no pudo evitar jadear ante la vista que tenía delante. La plataforma ya estaba llena de gente: las madres se aseguraban de que sus hijos tuvieran todas sus pertenencias, los padres compartían consejos de Quidditch de última hora, los estudiantes se apresuraban a buscar los mejores compartimentos y encontraban a sus amigos, hermanos más pequeños haciendo pucheros y declarando que también querían ir al colegio; y detrás de todo el caos, brillando a la luz del sol, estaba el expreso escarlata de Hogwarts.

Una amplia sonrisa, más amplia de lo que había sonreído en años, se arrastró hasta la cara de Kiera mientras subía al tren, arrastrando su baúl detrás de ella. No podía creer que finalmente estuviera aquí, que finalmente iba a Hogwarts. La niña comenzó a caminar por el pasillo, encontró un compartimento vacío y se sentó junto a la ventana. El gran reloj de metal en la plataforma mostraba que el tiempo era de veinte a once. Kiera abrió su libro y siguió leyendo, una vez más absorbió el mundo de Looking Glass, esta vez reuniéndose con Humpty Dumpty y sus insoportables preguntas.
El tren salió de Londres y el tiempo pasó junto con el paisaje, y Kiera ahora estaba jugando con el collar colgante de margaritas que tenía, mirando por la ventana, vestida con su túnica de Hogwarts, mientras los paisajes campestres de Gales se deslizaban. La agradable anciana con el carro había llegado hacía unas horas, de quien Kiera había comprado un pastel de calabaza que había comido de inmediato. El paquete vacío estaba olvidado en el asiento junto a ella mientras se preguntaba por Hogwarts. ¿Como sería? Su madre había ido a Hogwarts cuando era una niña y había sido clasificada en Slytherin, pero su padre que era estadounidense, había ido a la Escuela de Crestwall para Wizards. ¿Estaría ella en Slytherin como su madre?