Parte 20

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Louis estaba entusiasmado, hoy están cumpliendo un mes más de novios-comprometidos y tenía preparado algo especial, el rizado había marcado la noche anterior avisando que estaría en casa alrededor de las cinco de la tarde ya que era una fecha importante, el ojiazul, al escuchar eso no pudo evitar emocionarse y salió corriendo al super para conseguir algo de comida y preparar una cena romántica para su prometido.

Después de casi dos meses Louis sentiría de nuevo los brazos cálidos de Harry alrededor de su caliente cuerpo, el aliento a menta sobre su cuello y sus labios húmedos sobre los suyos. Estaba ansioso.

Pensaba preparar algo sencillo, miro el reloj, aún estaba a tiempo, dos horas para ser exactos. Tomo el libro de recetas que Harry guardaba con su vida y busco la página con rapidez, ahí estaba, pagina 135, "Fettuccine Alfredo con pollo" se leía el nombre del platillo con letras cursivas, muy elegante.

Comenzó la preparación siguiendo las instrucciones al pie de la letra, no quería arruinar la cena o estaría completamente perdido, probaba cada cinco minutos para que nada saliera mal. Pasando ya las cuatro de la tarde decidió acomodar la mesa, ambiento un poco el lugar bajando la luz del comedor, el candelabro colgaba con delicadeza sobre su cabeza con una luz tenue pero agradable, bajo las cortinas para que la luz natural no lograra entrar, acomodo una rosa en medio de la mesa y coloco los platos uno frente al otro. Claramente las copas de vino no podían faltar al igual que la botella del mismo vino sumergida en hielo dentro una pequeña cubeta. Suspiro.

Corrió hacía la habitación a cambiarse, colocándose unos jeans a la cintura, una camisa celeste abotonada lo suficiente para que se viera su tatuaje en el pecho y sus vans negras, acomodo su copete hacia un lado, tenía algo de barba, pero nada que no le de un buen aspecto. Sonrió al espejo.

Caminó con lentitud hacia el comedor y tomo asiento, tomó su teléfono, justo a tiempo, el reloj marcaba las cinco, el rizado no tardaba en llegar...

***

Despertó sintiendo la humedad en su rostro, se apartó con lentitud pues su cuello dolía, frunció el ceño, realmente se había dormido sobre la pasta Alfredo que había preparado, totalmente ridículo. Volteo hacia el reloj colgado en la pared, bufó. Llegar cinco horas tarde a una cita no era algo que le agradaba, pero no quería que los pensamientos oscuros invadieran su mente, rápidamente tomo su celular notando las llamadas y mensajes perdidos por parte de Harry, ¿y si le había pasado algo?

Quito esos pensamientos y abrió el primer mensaje.

"Hey babe, no podré llegar hoy surgió algo de trabajo"

"¿Estás bien? ¿Por qué no me contestas las llamadas?"

"Por favor no estés molesto, te amo"

Sintió un nudo en su garganta aparecer. Ya no podía soportar esto, sentir la decepción y ver cada vez peor a Harry por sus actitudes hacía él, no quería seguir, no podía seguir, estaba quebrándose poco a poco, estaba literalmente rogando por la atención del rizado.

Fue a la habitación, se recostó y lloro todo lo que debía de llorar.

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Harry: Estoy en casa. -Grito al entrar y dejar su abrigo colgando del perchero, sus maletas posadas junto a la puerta. -¿Amor? -Caminó por todo el lugar y noto la mesa aún con la comida, la rosa, el vino, todo... cerro los ojos sintiéndose culpable. -Louis amor, se que probablemente estés molesto conmigo y yo lo entiendo, pero...

Silencio, Harry había entrado a la habitación y vio a Louis preparando sus maletas, frunció el ceño confundido.

Harry: ¿Qué haces amor? -Louis no volteo a verle porque sabía que si lo hacía se iba a romper frente a él y ya había llorado lo suficiente la noche anterior, no quería llorar otra vez, pero no estaba seguro de resistir, siguió echando su ropa a la maleta. -Espera, qué carajo haces Lou.

Camino con rapidez hacia Louis y lo tomo de los hombros impidiendo que continuara con sus acciones.

Louis: Necesito que me sueltes. -Agradecía a los cielos porque su voz no se había quebrado al momento de hablar, sonaba firme.

Harry: ¿Por qué haces esto? -Sus ojos verdes delataban el miedo y la inseguridad, Louis miro al suelo. -¿Por qué no me hablas? Se que estuve mal anoche, se que te deje plantado, pero, yo te amo, te lo recompensare.

Louis: Escucha, solo cállate y siéntate. -Harry le miro y obedeció, el colchón se hundió ante el peso del menor, Louis estaba frente a el a una distancia prudente, no había contacto, no había nada entre ellos, ya no. -Te amo Harry.

Harry: Yo también te amo Lou, mucho. -Dijo con desesperación.

Louis: Es solo que, ya no puedo más, esto, tu y yo.

Harry: Si lo dices por lo de anoche yo... -Louis le interrumpió.

Louis: No escucha, no es solo por lo de anoche, esto lleva mucho más y lo sabes, estoy cansado de estar a la espera de ti, de que me des algo de atención, yo no puedo seguir permitiendo que me lastimes de esta manera, tal vez inconscientemente, pero lo haces y perdón pero esa no es la vida que quería a tu lado, no te estoy reprochando nada, en realidad solo te hago las cosas mas fáciles, yo se que jamás elegirías a tu trabajo por sobre mi...

Harry: Jamás haría eso, yo te amo más que a mi ser. 

Louis: Bueno yo también me amo Harry y por eso te dejo, así tienes vía libre para hacer lo que te venga en gana sin sentir preocupación o remordimiento por lo que yo he de sentir, no puedo seguir en una vida donde yo este triste la mayor parte del tiempo, extrañándote, esclavo a tus recuerdos, no puedo más, lo siento. 

El rizado se levanto dispuesto a abrazarlo sus ojos ya estaban húmedos, al dar el primera paso Louis dio una hacía atrás y levanto su mano izquierda impidiendo que existiera cualquier contacto entre ellos. 

Harry: Lou amor, hablemos por favor, no te puedes ir y dejarme, tu eres mi todo. 

Louis: Lo siento. -Quito el anillo de compromiso de entre su dedo y lo puso en la mesa de noche a un lado de su cama. -Sigue tus sueños siempre Hazz. -Tomo su maleta y camino hacia la salida decidido a no voltear atrás, Harry se quedo parado en medio de una habitación completamente vacía, vacía como su alma.

La puerta se cerro. Ambos se echaron a llorar. 

Dreamer. //Larry Stylinson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora