Las Calles: Capítulo I

7 0 0
                                    

Creo que todo comenzó cuando era chica, viendo a mis padres discutir constantemente sin importar el horario o si yo estaba presente en la discusión. En ocasiones estaba durmiendo y a horas de la noche sus gritos me despertaban, haciendo que mis lágrimas también lo hicieran, diciéndome "¿Qué hice para merecer esto?".
Las discusiones siempre eran del mismo tema, la plata, ¿porque será que el ser humano siempre termina discutiendo sobre ese tema cuando hay que tomar decisiones? En ese entonces la discusión de aquella plata era para que iba a ser destinada, sobre mi educación o para poder mudarnos, porque no éramos una familia que nos encontrábamos en las mejores de las situaciones, yo con solo 14 años, ya tenia que ver de salir a vender puerta en puerta alguna que otra comida que mi madre preparaba para ayudar en la casa. En cambio mi padre, iba todos los días sin descanso a recolectar la basura, no era mala la tarea, pero si la gente con la que se topaba degradándole a un punto que llegaba y me abrazaba pidiéndome que estudiase sin importar que.
Pero no sé que paso un invierno, que mi padre no regresó, dejando a mi madre y a mi en la casa, dejándonos mas en la miseria sin la ayuda que él aportaba en nuestras vidas, pero claro, su calor y su amor también desaparecieron con él sin dejar rastros dejándome a mi, destruida y solitaria.
Ahora tengo 18 años, a punto de terminar la preparatoria, mi vida cambio en solo 4 años, mi madre se tuvo que meter en muchas cosas para que su hija tenga un futuro, pero ya no esta conmigo en cierta manera. No la veo casi nunca, y cuando llego a casa esta con un hombre distinto cada día, con un olor a cigarrillo y con una cara que se nota que la consume poco a poco. Pero cuando le digo que no es necesario, que la ayudaré y cuando tenga la oportunidad seguiré estudiando, solo me grita, me tira unos billetes y me hecha de la casa, siempre a horas de la noche. Es terca esa mujer, nunca escucha a su hija, menos cuando quiero salvarla de muchos que ya intentaron dañarla, además de intentar dañarme a mí. Han intentado aprovecharse de ella, incluso proponiendo en dejarme e irse con ellos.
Poco a poco me voy alejando de ella, ya no nota mi cambio de vestimenta, mi peinado, como me fui volviendo "rebelde" para solo llamar su atención. Pero nada resulta sacarla de su mundo de oscuridad.
Creo que soy un poco inmadura, que tuve que madurar antes, pero no tengo a nadie para que me aconseje, y mi mayor tiempo estoy con mi skate paseando por las noches en las oscuridades de las calles, con un poco de música en mi celular de segunda, pero gracias a mi amigo de hace un año, tengo buena música, un chico que conocí así por las calles. Un día mientras fumaba, en una esquina, un lunes creo que era, por la noche, cerca de las 11 PM, pasó por al lado mío mientras soltó una sonrisa, pero no le hice caso y miré para otro lado. Al rato me levante para ir por mas cigarrillos, y mientras doblaba en una esquina con mi skate lo vi, en uno de los callejones pintando un lobo negro, y sin más, paré para contemplar el gaffiti. Acto seguido, empezamos a charlar, y luego, después de un tiempo mientras nos encontrábamos más seguido en distintos lado de la ciudad, a ser amigos.
Una de las noches en las que nos encontramos le pregunté porque dibujaba lo mismo, aquel lobo negro en las oscuridades, y me contó que aquel lobo, que se encontraba en diferentes posturas, en lugares "estratégicos" era por un demonio que lo perseguía, y que creía que todos teníamos uno. Algo que me pareció ridículo en ese momento, me dijo que cada uno tenemos aquella criatura por determinadas circuntancias, y que nos van siguiendo por la oscuridad toda la vida, esperando que nos vayamos adentrando mas en acciones malas, unas peores que las otras, y que él se alimente se ellas, y que un día como otro, al darse vuelta vio el suyo creciendo y mostrando sus grandes colmillos, sabiendo que tenía que hacer algo al respecto. Estuvo frente a ellos, y notó que estaba muy jodido muchas veces, ya que no tenia uno, sino varios de ellos, y no olvida su forma, aquella de lobos hambriento, y con un enojo que su persona que pensaba que iba a morir.
Yo, claro, me quedé mirándole, y lo único que pude decir es que eso fue seguro un sueño, ya que esos demonios que decimos las personas, son recuerdos y no nos dañan.
Después de un año, se que lo que había dicho esta mal, ya que estaba tranquila en la esquina de siempre, con mi skete, mi música, y fumando tranquila, hasta que al levantar la vista desde la oscuridad veía en uno de los callejones cercanos unos ojos rojos mirándome, al frotar mis ojos vi que esos ojos ya no estaban, pero lo que si pude ver fueron que desde el callejón, hasta donde estaba yo, habían pisadas de perro. Sabía que eso era malo, y que algo estaba detrás mio, asi que junto al escalofrió que nacio en mi columna, me fui para mi casa rápidamente en mi skete.
Ahora se que mi amigo tenía razón, y que podía estar en peligro él, y yo también.
Ahora cada vez que estoy por las oscuras calles siento como unos ojos entre la oscuridad me observan cada movimiento, caminado por las veredas, cuando me siento en una esquina iluminada a fumar, hasta cuando ando sobre mi skete siento los pasos veloces detrás de mí, persiguiéndome como si fuera su presa despreocupada, pero en realidad sé que no me atrapará en ese momento, pero me va a alcanzar y no podré hacer nada.
Cada día que pasa pienso sobre ello, ya la preparatoria no me interesa, cada vez ando más alejada de mi casa, en busca de una vida en las calles sobreviviendo cada noche, ya dejé un Currículum en una cafetería cerca de una estación de servicio para ver si tenía éxito. Claro, el trabajo será por las noches, alejada de mi casa y en las noches donde más me gusta estar, donde siento que puedo estar más liberada del mundo real.
Pero mientras espere aquella llamada estaré estudiando lo que me guste, andaré donde quiera, y veré a la gente que quiera como aquel chico, que por alguna razón, aún no se su nombre, nunca nos presentamos formalmente pero eso nunca importo cuando nos conocimos aquella noche. Puede ser que mañana a la noche le pregunte su nombre. Ahora voy a descansar para mañana ir a la prepa como siempre.

The Wolf [ESPERA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora