Juliet Cooper es una socialité de 17 años, vive en Nueva York y su vida es perfecta pero solo una cosa no ha conseguido y es el amor hasta que conoce al empresario Tom Hiddleston y su mundo da un giro.
Los dos saben que está mal pero uno no decide...
Elegía mi outfit para esta noche, mi madre había organizado una fiesta en nuestro penthouse para celebrar el cumpleaños de mi padre, somos una de las familias más importantes en Nueva York ya que mi padre Charles Cooper es dueño de Cooper industries y tiene bastantes negocios alrededor del mundo.
Realmente amo este tipo de eventos, siempre dan de que hablar y los neoyorquinos disfrutan oír los chismes de la socialité .
-Juliet- tocaron la puerta, era mi madre- ¿puedo pasar?- preguntó.
-si- conteste- mamá, sigo indecisa sobre qué vestido usar.
-Juliet no puede ser- me miro de arriba abajo- no te has vestido y ya estamos apunto de recibir a los invitados- tenia cara de preocupación.
-Es que no se que vestido usar- le mostré los dos que tenía en mi cama, ella usaba uno Valentino rojo-el Elie Saab es de gala pero este Dior me encanta- suspiré.
-Utiliza el Dior, el color negro es más sexy- sonrío
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-Tienes razón, el color negro realmente lo es- tengo 16 años y a mi corta edad soy la it girl de Nueva York por siempre ser tendencia con lo que uso- además escuche a papá invitar a la familia Leblanc y tengo que dejar boca vierto a Nicholas.
-Lo harás así que apúrate- salió de mi habitación.
Ya me había puesto el vestido y solo faltaba el maquillaje, usare base, blush delineador negro y un gloss rosa. Quería ver la reacción de Nicholas al verme, el es el único hijo de los Leblanc y nos conocemos desde niños, hace un mes se animó a invitarme a salir pero no ha pasado nada interesante y hoy quiero dar el primer paso.
La mayoría de los invitados ya estaban aquí al igual que la prensa, había champaña por doquier, risas pero yo todavía no veía a Nicholas.
-Juliet- era mi padre- ven nos tomaremos la foto familiar-
Yo solo asentí y dejé mi copa de champaña en una charola que se encontraba cerca. Mi padre se puso en medio de mi madre y yo, todas las cámaras apuntaban a nosotros pero el flash como siempre ya me había irritado un poco la vista, cuando nos separamos una mano me tomo del hombro.
-¿Alice?- Me di la vuelta-¡oh por dios!- la abrace, era mi mejor amiga y no la veía en 3 meses.
-¡Ya volví!- soltó un pequeño grito de emoción-¡te extrañé!
-yo igual, tengo tantas cosas que contarte- suspiré- pero tú primero- ella estuvo en Paris porque si padre hizo tratos con una empresa francesa.
Mientras íbamos a un lugar tranquilo la prensa nos tomó varías fotos pues las adolescentes más populares estaban reunidas. Alice y yo también somos amigas de la infancia aunque tenemos un grupo bastante grande de "amigas" pero en este mundo de la alta sociedad la mayoría es gente falsa y solo se llevan contigo por conveniencia así que la verdadera y única amiga que tengo es ella. Estábamos en la terraza y casi no había nadie.
