Confieso que me he enamorado del silencio y de las palabras que no salen de su boca, de las miradas que le brinda a un rostro ajeno al mío; de su sonrisa cuando mira al vacío y de su pelo cuando la brisa desea acariciarlo; de su caminar y su mirada perdida; de sus inimaginables pensamientos y demás.
Confieso que me he enamorado de un ser imperfectamente perfecto, de un hombre ajeno, de alguien que ni en dos siglos se voltearía a mirarme. Pero a ese hombre he decidido amar, y así será por los años que me resten de vida. Finalmente confieso uf mi corazón siempre estará contigo.