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Cuando Haechan despierta a causa de los gritos. Lo primero que puede ver, a la criatura cerca suyo. Alguien que no reconoce y le causa bastante miedo.

— ¡Buuu! ¡¿Esto si te da miedo?! — Grita la criatura que tiene su cara dividida a la mitad de forma vertical. Desde su nariz, hasta su cabeza. Allí, donde antes su antifaz estaba puesto.

El oso gigante tiene sus manos alzadas sobre su cabeza. Su cabeza dividida a la mirad, deja ver tres pares de ojos más, que salen de allí y se mueven con descontrol, observando todo a su alrededor.

— ¡Jeno! — Grita la persona que estaba durmiendo a su lado derecho. El demonio triste se refriega sus ojos rojos, al igual que su nariz, y suspira.

Haechan mira la situación sin entender que esta pasando. Ha despertado con personas que no recuerda, y mientras detrás suyo hay dos personas completamente muertas de miedo, en frente suyo hay un demonio bastante distinto a él, haciéndole frente a la criatura de cinco ojos y dedos largos, que babea y parece divertido con toda la situación.

— ¡Te comeré, pequeño conejo! — Grita la criatura, pero antes de ni siquiera poder dar un paso hacía el conejo, el demonio lo golpea con una almohada. Luego, de algún lugar, toma el antifaz y se lo tira también.

— ¡Asustas a todos aquí, tonto! — Grita irritado el demonio, que vuelve a golpear a la criatura con la almohada. — ¡¿Por qué siempre asustas a todos?! Vuelve a intentar algo así y te corto el cuello.

La criatura capta la amenaza, y una vez que se coloca el antifaz, se coloca cabizbajo y mudo, mientras el demonio se estira y las personas detrás de Haechan, suspiran de alivio. En la entrada del aquel lugar, dos criaturas más, observan la situación en silencio. Una vez que parece todo estar bajo control, ellos también suspiran.

Haechan los observa sin entender que acaba de suceder. Sin saber por que esta allí y quienes son ellos. Pero antes de poder preguntar algo, es bombardeado por voces que le dicen, una y otra vez, que se conocen de hace días. Estas personas se presentan, le dicen lo sucedido los días anteriores y lo hacen reír. Haechan deja en el olvido el susto mañanero que ha tenido, y que seguro olvidará, alejando el miedo que pudo sentir por no saber que hacía allí. Más bien, se alegra al probar bocado de aquella tarta de cucurbita.

Al parecer, los demás ni él, conocían a Jisung cuando este se acerca a ellos y ChenLe los presenta.

Haechan observa a aquellos dos con atención y se pregunta, si son solo amigos o mantienen una relación. Aunque Jisung lleve una venda que cubre su falta de ojos, se mueve con fluidez y sin problema alguno. Sabe donde está cada cosa y como funciona todo. Cuando Jeno se atreve a preguntar por su falta de vista, aquello que todos querían saber pero no se atrevían a preguntar, Jisung les sonríe y susurra, "tengan cuidado con quien se encuentran allí afuera... crean en ustedes y no en alguien más".

ChenLe es más sonriente al lado de Jisung. Sus ojos de mar se mueven con parsimonia, como si estuvieran siguiendo el ritmo de una canción, una que tal vez, Jisung le este cantando y solo él puede escucharla.



— ¡Mendrugo! Eso es lo que eres, Jeno. — Grita RenJun, mientras acaricia sus orejas con suavidad. Y aunque parece verse tranquilo, RenJun tiene el ceño fruncido y grita con fuerza.

— ¡Sigue gritándome y te juro que comeré una de tus orejas! — Grita Jeno como respuesta. RenJun suelta un bufido y se cruza de brazos.

Ambos, peleando a los gritos antes de dejar la casa de ChenLe y Jisung. Mientras preparaban algunos bolsos con cosas que el príncipe les había dado para el viaje, Jeno y RenJun comenzaron a pelear por un problema que tuvo lugar en la mañana. Haechan no lo recuerda pero, Jaemin se lo cuenta con rapidez, sin estar sorprendido por ello. Y es que, según él, el que Jeno se quiera comer a RenJun, es algo de todos los días.

persecution | NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora