TE ODIO... tal Vez No Tanto

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En la oficina del director se encuentra un joven castaño de 23 años de edad y a su lado un azabache de 14, ambos sentados frente al escritorio del hombre mayor.

- ok, señor sawada quiero decirle que hace una semana se realizó un viaje escolar al museo de arte como ya está enterado. Lo que sucedió es que reborn fue captado en camara junto a otros chicos entrando a la oficina del dueño del museo y eso es obviamente invasión.

Ante eso Reborn se encogió en su asiento sintiéndose terrible al ver la cara pálida de su hermano, mientras que Tsuna estaba enormemente angustiado ya que eso le sonaba a dinero y mucho.

-e-entonces q-que debo hacer?

- el museo acepto no demandarnos a cambio de una elevada suma de dinero la cual usted y los demás acudientes de los demás chicos tienen que aportar.

-y-y cuánto sería e-exactamente?

Reborn que no hablo en ningún momento estaba muy preocupado por su hermano que cada vez se ponía más pálido y le temblaban las manos.

Hasta que por fin después de un suspiro el director hablo.

- 35 millones

Después de oír la fuerte suma el pobre castaño sintió que casi se desmaya ni con todos sus trabajos y la cuenta bancaria que tenía hace años podría completar tan colosal suma.

- ya veo, cuando hay que pagarlos.

- la fecha límite es dentro de dos meses así que en la primera semana dentro de dos meses lo espero para que entregué el dinero.

- está bien entonces nos retiramos.

Sin decir nada más solo se levantó y salió como si fuera un robot, reborn preocupado salió tras el pero al salir Tsuna lo único que hizo fue abrazarlo darle un beso en la mejilla y un poco de dinero.

- ve a clases y come bien en la hora del receso, por favor ve por tus hermanos hoy no podré recogerlos, nos vemos en casa.

Y después de darle una sonrisa triste solo se fue dejando a un azabache casi que al borde de las lágrimas.
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Alrededor de media hora después reborn salía al receso donde se encontró con sus amigos.

- Que dijo el director cuál es el castigo que nos va a poner?- empezo hablando el mismo rubio de la mañana.

- no seas idiota collonelo para lo que hicimos el castigo no va a ser una pequeñez- hablo lal otra de sus amigas.

- bueno dinos ya que a ti fueron al primero que cito el director.- hablo un joven de pelo verde llamado irónicamente verde.

Después de un suspiro reborn se dispuso a contarles todo.

- en pocas palabras tenemos que pagar 35 millones cada uno.

A todos se les Helo la piel.

- mis padres van a vaciar mi cuenta de ahorros ya no tendré dinero- se quejaba skull el menor del grupo.

Y comentarios de eso tipo empezaron a sonar y aunque no lo demostró se sintió terrible ya que al parecer al único que le peligraba su vida, comida y techo era a el, además de ser también el único preocupado por la persona mayor a su cargo.

Se fue sin que nadie se diera cuenta o eso creyó ya que un joven alto aunque no tanto como reborn, de pelo largo y trenzado fue tras el a consolarlo.

Cuando lo vio sentado al borde de las lágrimas se le rompió el corazón así que sin decir nada fue hasta el, alzó su rostro para darle un pequeño beso dónde demostraba todo el amor y cariño que le tenía para luego acunarlo en sus brazos por lo que quedaba de receso.