María se encontraba nerviosa, hoy fue su primer día en la universidad.
Fue asignada a un grupo donde no conocía a nadie y esto le causaba muchos nervios.
Las clases pasaron, todo iba bien ya que consiguió entablar una amistad con Joy Allen quien se veía era alguien muy leal y tenía una personalidad muy parecida a la suya.
María estaba ansiosa por salir, pues su primer día había sido horriblemente agotador y esperaba que la última clase se pasara rápidamente pero al llegar el profesor de la última hora sintió como su corazón se aceleraba al ver a tal hombre que a simple vista le resultaba increíblemente "perfecto".
-Buenos días jóvenes ¿Cómo va su primer día de clases?
Todos contestaron con un frío "bien" y después de eso, María parecía casi hipnotizada por las palabras que brotaban de la boca de su nuevo profesor, escucharlo era un deleite que nunca había experimentado; en lo personal nunca le habían gustado las clases de matemáticas pero desde ese día ese sentimiento de rechazo cambió. Entre todas sus palabras de presentación le escuchó decir que su nombre era Gabriel.
"Gabriel, ese bello nombre celestial que portaba un hombre que parecía un ángel casi recién caído del mismísimo cielo"- pensó María.
María pensó en decirle a su amiga Joy Allen pero al verla la notó un poco perdida en sus pensamientos, como si imaginara algo lindo, así que decidió seguir fantaseando sobre su nuevo profesor.
Al salir le comentó a Joy Allen lo guapo que le había parecido el profesor de matemáticas, la expresión de su amiga cambió de alegre a algo seria y comenzó a decirle en un tono muy seco.
-¿De que hablas? Tal vez sea casado o gay. Aparte que se vería muy mal si intentaras algo con él.
María se sorprendió por la reacción tan a la defensiva de su amiga.
-Calma, solo dije que me resultaba guapo, nunca dije que quería una relación, jamás andaría con alguien mucho más mayor que yo.
Dijo María para intentar calmar a su amiga.
-Bueno, vamos a tomarnos algo y saca esas ideas de tu cabeza ¡Por favor!
-Bien, lo haré, no hay nada de que preocuparse.
Y así fue, María junto con Joy Allen se dirigieron a tomar algo y conocerse mejor pero María no dejaba de pensar en el profesor, le intrigaba saber de su vida pero era obvio que su amiga no la apoyaría en la búsqueda de las respuestas a sus preguntas acerca de ese hombre.
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Un amor matemáticamente posible
DiversosMaría Mercedes Aguilar, una estudiante nueva en la escuela Phillip B. Bergminton, conoce el amor en cuanto llega su última clase, pero el destino no se las pondrá fácil, antes tendrá que sobrevivir a la materia de matemáticas. Pero no contaba con q...