Tu nombre; wigetta os

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—Uff, qué pesado que ha sido el viaje, tío —. Dijo fargan mientras arrastraba su maleta fuera del aeropuerto.

—Vaya que sí —. Respondió Vegetta haciendo lo mismo.

—Ni ha sido tan pesado. Fue el viaje más corto en el que he estado —. Les dijo Willy, riendo.

Los dos chicos se miraron entre sí, y luego vieron a su amigo, que se mantenía con una sonrisa, misma que borró al darse cuenta de las expresiones de sus amigos.

—¿Pero es que he dicho algo malo o qué os pasa?

—Willy, tío, estuviste durmiendo durante todo el vuelo.

—No tienes derecho a decir eso, Willy —. Le dijo fargan en broma.

—Bueno, que sólo he dormido unas dos horitas, que tampoco es para tanto, jo.

—Chiqui, fueron seis horas —. Dijo Vegetta riendo.

—Ouh, pues madre mía, tío. Me pensaba que había sido menos. He dormido muy a gusto en realidad.

—Pues cómo no ibas a dormir a gusto si estuviste todo el rato con la cabeza en el hombro de Vegetta.

Willy en cuanto escuchó eso se sonrojó, cosa que sus amigos notaron, pero no dijeron nada. Al menos Vegetta.

—Uhh, willyto se ha sonrojado, eh.

—Claro que no, fargan, es el calor.

—Madre mía, ¿desde cuándo te cambiaste el nombre? —Le preguntó a Vegetta. Este sólo se rió y siguió caminando.

Maldito fargan, pensó Willy.

Dieciséis minutos después.

Después de varios minutos de caminata, llegaron al hotel dónde se hospedarían.

—Estoy muy cansado.

—Es la falta de ejercicio, fargan.

—Pues yo creo que hubiera sido mejor aceptar venir en bus, cómo no decían los de la empresa —. Se quejó Willy.

Habían ido hasta Los Ángeles para probar el nuevo juego que sacaron para PS4. Era algo que a los tres chicos les gustaba mucho, y que disfrutaban.

—Pues bueno, ahora sólo nos queda esperar —. Dijo fargan sentándose en un sillón de cuero negro.

Willy y Vegetta imitaron la acción del chico.

Estuvieron más de tres horas sentados en ese sillón, hablando de banalidades y haciendo bromas entre sí, hasta que llegó un chico, que al parecer era uno de los que iban a probar el juego.

Los tres chicos dejaron de hablar y voltearon su vista al chico, que desde un principio fue directamente hacia Vegetta.

—Hola, guapo. ¿Cómo estás? — Le dijo a Vegetta con un tono coqueto.

—Ehh, bien, ¿tú?

Vegetta estaba confundido.

—Muy bien, guapo —. Respondió mientras se sentaba en las piernas de Vegetta.

Willy y Fargan estaban sorprendidos ante la escena que presenciaban. Y Willy... Willy tal vez estaba algo más que sorprendido.

—Hum, bueno, ¿qué se te ofrece?

—Pues quería ver si querías venir a tomar algo conmigo, ya sabes, para pasar el rato —. Decía mientras acariciaba el pecho del chico debajo de él. Cuando hablaba parecía que estaba gimiendo, cosa que por supuesto molestó a Willy.

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