Prólogo

591 74 10
                                    

Namjoon oía a su padre decir aquello con absoluta incredulidad, talvez la edad le estaba afectando o la comida le había producido locura temporal porque lo que estaba diciendo era sacado de la mente de un demente, estaba acostumbrado a escuchar cada cierto tiempo los reproches de su progenitor sobre que nunca salía de las clases privadas y que no había conocido ninguna pareja de su parte.

¿Pero eso? sonaba descabellado, tonto y realmente incoherente.

— ¿Me estás escuchando Namjoon? — le reclamó — parece que no puedes creer lo que digo.

Es que en verdad no lo creía, se supone que su padre, el rey de Corea era un hombre recto y de sabías decisiones, pero, lo que proponía le parecía sacado de una película, esperaba a que sacase una cámara escondida y resultara ser un capítulo especial de Keeping up with the Kardashians.

— Padre, hoy no es el día de los inocentes — le aclaró, señalando el calendario del escritorio — faltan varios días para que puedas hacer bromas.

Pero su padre estaba muy serio, sin siquiera moverse, eso le hizo perder cualquier esperanza de que fuera una broma.

—¡ No estoy dispuesto a permitir que hagas una entrevista a cualquier persona para conseguirme pareja! — gritó, exasperado.

¿Por qué le parecería importante a su padre que tuviera una pareja?, al parecer su capricho había pasado límites y estaba dispuesto a usar a cualquier persona de la nación para fastidiarlo, si, su padre lo quería fastidiar. Era un buen estudiante, inteligente y manejaba muy bien el carisma con el pueblo.

— Te recuerdo que aún estás bajo mi tutela y debes acatar lo que yo diga Namjoon — le entregó una papeleta — así que se harán las cosas a como yo las mande.

En la papeleta había un decreto que invitaba a todas las personas que desearan ir a una audición con su majestad el príncipe heredero Kim Namjoon se presentaran en un salón de eventos magno en Seúl, la invitación era sencilla, pero el sello real era la prueba de que era legal y que incluso ya se habían repartido por todos los medios posibles.

— Esto es inconstitucional, ¿Enserio pretendes hacer que todos los interesados vengan?, ¿Y si me rehuso? — retó.

— Pues entonces te quedarás sin el trono, sin fondos y sin maestros, ¿Qué te parece?.

Su padre sabía cuánto significaba para él ser príncipe, ser parte de la realeza y lo que le gustaba comprar cosas y salir con sus amigos. Y lo que amaba aprender. Lo había desarmado y quitado todas las salidas posibles.

— ¿Y si no me gusta ninguna persona que elijas? — Pensó en todas las personas que irían.

— Por eso haré la entrevista, para que las chicas que me gusten (o en su defecto chicos) — le sonrió, con completo deleite — se presenten ante ti y tú elegirás al mejor.

A él le sonaba a un mero arreglo de su vida, era el siglo XXI y su padre le quería elegir parejas y presentarlas. Quería desmayarse.

Lo peor es que la audición invitaba a la gente a partir del jueves, en tres días.

¿Sería correcto suicidarse con la espada de juguete de su repisa?.










👑

Cuando subí esta historia a facebook mucha gente me pidió que la pasara a la plataforma porque les pareció buena, yo accedí porque me encantó que a la gente le pareciera buena y refrescante, si llegaste aquí por el medio soy Jhamsem, la escritora ❤️ y aunque sólo te guste una historia ya eres un miaw.

Dejen sus números para un grupo de Whatsapp aquí 🔎 y las agregaré.

The prince 👑 Namjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora