Aquellos días... (10.1)

17 3 0
                                    

 Después de aquella pérdida me dediqué a entrenar... desquite mi tristeza con trabajo pesado... Día y noche mantenía ocupada mi mente estudiando libros de armas y tácticas, entrenaba en los campos sin descanzo...

Apesar de no ver resultados notorios me ayudaban a distraer mi mente...

Me había vuelto un ser sin motivación... Sin sentido...

Las misiones eran cumplidas y yo volvía a entrenar y estudiar...

Sólo era yo... nadie tenía derecho a acercarse a mi...

A excepción de Victor el amigo de Allan aquí en este lugar, quien veces dejaba su cargo para saber como estaba y charlaba sobre la mierda de comida que se sirve o los días tan malos que vivíamos pero yo no tenía el ánimo de hablar...




Bien debo irme ya... No olvides visitarme más a menudo si?

......

—Se que aún puede doler lo que paso pero realmente quisiera ver una sonrisa en ti como antes ... —miro su bandeja de comida vacía— Bueno, nos vemos... —me miro, yo asentí de acuerdo y el se marcho—





Me levante sin probar bocado y me dirigí a mi rutina...

No tenía la fuerza de visitar aun el lugar que compartíamos desde que se fue... sentía que volvería a llorar... Porque el no estaría ahí esperándome...

Golpeaba el saco que había una y otra vez hasta que mis nudillos se volvieron rojos nisiquiera había utilizado vendas o guantes... Que diablos estaba pensando? Ahora dolían mis manos...







[Allan había preparado una especie de cita para ambos... aun tenía curiosidad sobre qué sería lo que prepararía.
Me cito a medio día en la parte trasera de la base ahí conocí al buen amigo de Allan.

—El es victor es un amigo mio

—Es un gusto conocerte —le salude—

—El placer es mio, este loco no para de hablar de ti desde hace unos dias

Victor!  No tiene porqué oír aquello! Es vergonzoso!

—Ambos son un par de aburridos! me reí por como peleaban apesar de que realmente sentía pena por el comentario—





//Allan hablaba de mi con él?//




Mi pequeño ego crecía al saber que era importante al punto de tenerme en su pensamiento hablando con sus amigos eso quería decir que le importaba.



—Ven _____ será mejor seguir con la sorpresa...



Me tomo de la mano y salimos de la base militar con ayuda de Victor llegamos a un caminó de rocas que cubrían nuestra presencia hasta adentrarnos en una cueva, entre la rocas se filtraba la luz y en medio de ese gran espacio al interior estaba un árbol de flores blancas estaba floreciendo debido a la estación del año que estábamos.



—Que es este lugar?

—Lo encontré mientras exploraba los alrededores... Te gusta?

—Claro... Es un buen lugar


Cerré mis ojos disfrutando el momento, oía un pequeño riachuelo correr y la brisa traspasaba debido a los huecos en los muros de roca, cuando abrí mis ojos Allan estaba frente a mi.



//¡Demaciado cerca!//



—Compre esto para ti... —señalo un pequeño lugar con una manta—


De donde sacaste un pastel?

Soy un buen mago! se burlo restando le importancias

—Comamos un poco antes de que ya no sirva en su mano habían dos cucharas así que tome una y comi un poco—

Eres un chico con muchas sorpresas

Sólo por ti soy así...

A mi siempre me has parecido un chico muy detallista y sorprendente, me doy cuenta que no lo supuse mal...

—Gracias pero aquí tu eres la sorprendente... jamás pensé que tuviera la fortaleza de enfrentarte de esta manera a las circunstancias, no digo que seas débil pero...

Lo se... yo tampoco lo espere pero tenerte aquí me ayuda demaciado tome su mano—

—Y tu me ayudas a mi a superarme apretó mi mano con la suya—





Terminamos de comer entre una amena charla y volvimos a la base...

En aquel lugar podíamos ser los amigos sentimentalmente íntimos mientras que adentro de aquel lugar éramos sólo compañeros, pues temíamos que el general hiciera algo en contra, por fortuna nada sucedía mientras tanto Victor nos permitía salir y entrar del lugar y se volvió un amigo también para mi, bromeabamos siempre y sentía que todo estaría bien mientras estuvieran conmigo... Hasta que llegó el día que nos llamaron para sacar a unos C.A. de un hospital amenazado y todo se derrumbó...]




Porque estas entrenando sin guantes? —oi una voz a mis espaldas—







(Cuánto tiempo había estado abrazando el costal de boxeo?)

Aquellos días...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora