capitulo 2 calido hogar

25 0 2
                                    

Entre la nieve, Moolther comienza a sentir una reconfortante calidez, como si el frio terminara, como si el sentir el congelante frio hubiese sido solo un mal sueño.
Entonces recordo que llevaba al pequeño en brazos y desperto de golpe.
—Chico! Pequeño! Aaaaah!— Decía llena de preocupacion al pensar que lo habia perdido.
—Tranquila, tranquila Moolther— Le contestaba una voz bastante familiar, era Papyrus mirándola desde la orilla de la cama. —Comienza por sentarte.—

Estaba en la ventana del segundo piso, ¿cómo llegó? Es raro
—Sabes, esa extraña criatura que trajiste a casa parece muy debil pero también es muy tierna, no parece emitir sonido pero tiene un rostro muy angelical.— Agregó el esqueleto larguirucho con una ligera sonrisa en su rostro y por un momento su rostro expresó algo de dolor mientras decía. —Pero creo que tiene hambre, hace un rato me mordió un dedo.—
—Aaaaaah, eso, amigo mio.— Decía la pequeña esqueleto con aires de sabiduría mientras aun estaba recostada sobre la cama. —Es una cria de humano, un bebé humano.—
—¡Sans Moolther!— Le decía recordando algo, lleno de preocupación. —Ese pequeño es muy tierno y todo, pero es peligroso, si el Rey lo descubre ¡nos matará!— Su voz comenzaba a expresar mas pánico. —O... O peor matará al bebe...—

Ella se levanta de la cama como rayo lo abraza y le dice casi suplicando.
—Por favor, por favor amigo, se que es peligroso pero es una criaturita inocente, ¡el no se merece eso!... O ella... ¡Es cierto!— Entonces se llena de curiosidad y va hacia donde esta en bebe y lo revisa, su sorpresa fue tal cuando... —Heeeeey, uuuuuy, si que vas a tener muertas a las chicas, mira ese gran-...— Papyrus, sonrojado y molesto la interrumpe con un grito.
—SANS MOOLTHER!!—
—¿Qué? Solo mira el tamaño de ese-…—
—SANS!!— Vuelve a interrumpirla.
—Esta bien, esta bien, ya no haré bromas tontas, pero tienes que admitir que el tuyo es cumplidor a pesar de que-…— Mientras habla, Papyrus, aun sonrojado, la carga y la encierra en el closet. —...pequeñas, pequeñas opciones.—
—Ese es el ejemplo que vas a darle al humano!?— Decia ya con el rostro rojo (y era blanco).

Sans sale del closet, cayendo de espaldas, luego Papyrus agrega. —Bueno, entonces si nos lo quedaremos, lo adoptaremos.—
—¡SIIII!— Exclamó Moolther llena de emoción. —¡Que felicidad! ¡Eres increíble Paps!— Entonces lo abraza. —Sabia que tenias un corazón de oro— Pero Sans, el problema no soy yo, es Gaster, ¿cómo crees que lo tome? Es el científico del Rey, ¿qué va a hacer? Aayyy no— Lleno de pánico se asoma por la ventana y mira a Gaster saliendo de un taxi. —Aaaaaaahhhhhhhh!!— Gritaba como niña asustada. —No no... ¡Oculta al humano! ¡Mételo al refrigerador! ¡O YO QUE SE!— Papyrus era el mas asustado en ese momento, entonces se abre la puerta de par en par. —AAAAHHHHHH!! ESTAMOS EN PROBLEMAS, MUCHOS PROBLEMAS!!—

Entra Gaster cargando unas bolsas del supermercado, mira a Sans con el bebé y a Papyrus asustado detras de ella, como si de un gigante detras de una piedrita se tratase.
—¿Y ese bebé quien lo trajo?— Pregunto con un tono serio pero calmado.
—Eeeehhhhh... ¡Fui yo! Ahm... ¡Ella no tuvo nada que ver! Yo... Yo...—
Gaster lo observaba, aun serio.
—Mientes Papyrus, fuiste tu Sans, te lo dije, un problema mas en esta casa y tendrias que irte.— Dejaba las bolsas del supermercado en el suelo mientras hablaba. —Desde que llegaste solo has provocado problema tras problema.
—Heeey viejo, relajate.— Le decia ella con una voz de disgusto pero al mismo tiempo buscando su tranquilidad.
—No, no tengo porque, te largas de aqui en este instante.—
—Esta bien, esta bien viejo, como tu quieras.— Decia fastidiados mientras iba hacia donde estaba Papyrus. —Dame al bebe Paps, no es como si fuera tan dificil mantener a un bebe.— Agregaba mientras salía de la casa, entonces Papyrus dice nervioso pero decidido.
—Si... Si... Si ella se va de la casa... ¡Yo igual!—
—Hijo, pero no puedo tolerar ese comportamiento, Sans ha sido un dolor de cabeza desde que llegó.—
—Yo lo se papá, pero ella es noble, solo lo vio abandonado...— Le decia intentando hacerle entender. —Aunque sea floja y a veces haga bromas tontas, ¡como la del cucharón de caramelo! Jajajajaja, ¿lo recuerdas?—
—Aaaahhh pero como olvidarlo, dure semanas sin poder hablar porque tenia la lengua pegada al paladar.—
—¿Lo ves? Solo son bromas, tomalo por el lado chistoso.—
Gaster mira a Sans con el bebe en brazos y por un pequeño lapso de tiempo recuerda a la madre de Papyrus.
—Gaster.— Le decia ella nerviosa por como le miraba. —Gaster, ¿qué pasa?—
—Jeje... Te ves tan linda enana.— Decia con una sonrisa y agrega. —Esta bien, pero espero que termine tu pereza.—
—No prometo nada.—
—Aaaahhhh Sans.—
—En fin, ¿me voy o me quedo?— Preguntaba casualmente.
—Esta bien, solo ordena tu cuarto.— Decia Gaster mientras levantaba las bolsas y las dejaba en la mesa .
Pasó mes tras mes, las noches no eran de sueño, una noche de muchas Papyrus bajó por leche tibia y mira a Sans, con un rostro demacrado, parecia un zombie (aunque era un esqueleto vivo), tenia al bebe en brazos dándole leche de una mamila.
—AAAHHHH!— Gritó Papyrus.
—SSSHHHHH! No grites...!— Lo calló Moolther y después dijo. —Lo vas a despertar... Parece que se durmió... A veces es algo complicado saber si esta dormido o despierto... No hace ningún sonido hasta que comienza a respirar profundo.—
—Ay Sans.. Mejor lo duermo yo.— Papyrus ofreció su ayuda. —Llevas dias sin dormir, ya no haces bromas ni nada, te ves muy seria.—
—Eso es porque estoy cansada, tu tranquilo.— Luego le da al bebe en brazos y solo cae al piso de la cocina.
—¿Sans?—
No responde.
—Moolther.—
Sigue sin responder.
—¡Gaster!— Le grita para despertarlo. —¡Sans se desmayó en la cocina!—
Entonces el bebé despierta y Gaster baja en pillama.
—Uuhhhhh... Que rayos paso aquí? ¿Que hace Moolther en el suelo?—

Pasaron 3 años
El niño jugaba el en parque junto con otros mounstros mientras Moolther dormia, el pequeño corrio por una cometa que se habia atorado en un arbol en la entrada de un bosque, y entonces una mounstro misteriosa emergió de las profundidades de los arboles y arbustos.
—Pequeño, que haces ahí?— Le decia una voz calida un poco tenue pero hacia sentir el calor de un hogar.

—Moolther, Moolther, donde esta el pequeño, Moolther?—
—Eeehhhh... Aaaaaahhhhh... Esta jugando por ahí.— Decia con una voz cansada.
—No esta! Moolther que pasa contigo? Es tu hijo!—
Se levanta de golpe y corre hacia el bosque, alcanza a divisar a través de una ventana, un mounstro con un gran cuchillo y, decidida, salta por la ventana, su ojo izquierdo comienza a brillar de un azul muy brillante y preparando un Blaster para disparar, hace que la mano del mounstro se detenga en el acto, y con la furia de mil reyes exclama:
—¿¡QUE LE HACES A MI PEQUEÑO FRISK!?—
—S-so... Solo queria... D-darle pay... De canela y... Caramelo...— Decia la mounstro consumida por el miedo.
Moolther, nervosa, baja la mano del mounstro y su ojo vuelve a la normalidad, haciendo desaparecer el Blaster en el acto.
—Aaa-aaahhhh... Perdona, es que el pequeño jugaba el el parque y olvido decirme a donde iba... Verdad Frisk?— Miraba al pequeño algo nerviosa, como si eso fuera culpa de el.
—Oohhh... Bueno, permitame presentarme, yo soy Toriel, soy maestra particular.— Dice mientras se alivia del susto. —He visto que tu hijo no habla, lo has llevado a clases de lenguaje señas o algo parecido?—
—Eeehhhh... No, como logra observar, es un humano y no lo aceptan.— Y algo desaimada agrega. —Las escuelas de aquí son muy... Excluyentes... Ademas seria arriesgarlo mucho.—

Frisk solamente observaba y seguia comiendo del pay

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 09, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

calido hogar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora