Rutine ; Hyunin [Editando] ࿐ ࿔*:･ﾟ

D i e c i s i e t e

Omnisciente

Dos semanas habían pasado desde que todos habían tenido un "relajante" descanso en casa de Changbin, y las cosas habían cambiado considerablemente.

Empezando porque ahora que Minho sabia sobre los sentimientos de Woojin, procuraba estar aun mas apegado de lo normal a el en la tienda, antes le daba cierto temor el que frustrara un poco a Woojin al invadir su espacio personal, pero ahora ya no era así, pues no quería que se sintiera sólo, o deprimido.

Y de alguna manera el Rubio estupido comenzó a darse cuenta de que literalmente, ya estaba solo.

¿Porqué? Chan solía pasar muy, muy, muy de vez en cuando, tiempo con Minho en la tienda, cuando a Sunmi se le daba la gana desaparecer o cuando llegaba a media jornada, cosa de la cual Jennie, que vendría ser como la gerente, nunca se enteraba, pues Chan solía cubrirla siempre.

Entonces, cuando a su castaña problemática se le hizo mas recurrente el faltar, para el era mas notorio como sus amigos pasaban prácticamente de él, y no iba a negar que le dolía, pues a veces cuando el solía acercarse, Woojin solo se daba la media vuelta y se iba, y Minho intentaba excusarse con cualquier cosa no creíble. 

Por otro lado, nuestros chicos mas pequeños, fueron descubiertos por un par de ojitos suplicantes y unos cuantos pucheritos por parte de Jeongin.

La razón por la que Seungmin y Félix habían estado tan juntos últimamente, era porque habían estado planeando infinidad de cosas para lograr que Jeongin y Hyunjin quedaran siempre juntos, para así hacer que su amistad creciera mas.

Lo de desaparecer mientras ellos estaban en la piscina, fue planeado desde hace mucho, y embarraron a Changbin en el proceso, ese había sido el primer intento de su plan, y el último por así decirlo, ya que no pudieron ocultarle mas nada a Jeongin.

Y así las semanas habían trascurrido normalmente, Jeongin y Hyunjin ya no sentían incomodidad o molestia al estar cerca del otro, pero de igual forma, el molestarse continuamente era algo que no iban a dejar atrás, jamás.

Jeongin solía ver veinte minutos a la semana, si bien le iba, a su hermano, y este siempre se encontraba durmiendo normalmente, nada en ellos parecía mejorar o avanzar ni un poco.

Este día no había sido tan diferente, Jeongin se levantó y en la cama de a lado estaba su hermano sobre sus cobijas, con unos jeans y camisa casual, ni siquiera se había puesto la pijama, y por la ligera brisa de la calefacción temblaba de vez en cuando, pero claramente no se levantaría para cubrirse.

El castaño tomó una de sus propias sabanas y se la puso encima, agachándose un poco y dejando un beso sobre el rubio cabello de su hernano.

Y bajo, dispuesto a hacerse el desayuno y ducharse, pero al ver a su madre en la cocina, corrió a abrazarla dándole un beso en la mejilla, pocas veces despertaba y los tenia a los dos ahí, se sentía realmente bien.

— Creía que apenas estarías llegando de trabajar, ¿qué ocurrió? — Pregunto sin ánimo de sonar grosero, sólo curioso.

— Bueno, decidí pedir un par de días, quizá tú hermano no te lo a comentado — El ya no me comenta nada, pensó. — Pero, soy su madre y para mi era muy claro de que Chan solo viene aquí a dormir, si es que quiere a veces, y no quise decirle nada al respecto ya que realmente no hay problema en eso, el es mayor de edad y trabaja, y ayuda con los gastos de esta casa, así que sabe lo que hace, pero le pedí conocer por lo menos a la jovencita que lo trae tan idiota, tengo entendido que hoy es su día de descanso, así que elegí este día y mañana para estar aquí, y poder invitarla a cenar y saber de ella — Y por un momento la imagen de Sunmi se hizo presente en su mente, y dentro de todo su ser quería decirle a su madre que no, que no estaba bien, que ella no seria oficial, así que ni tendría que conocerla, pero poco después se arrepintió.

Y a su mente llegó tambien la imagen de Hyunjin, y la manera tan ridícula en que se conocieron, y sonrio inconscientemente, porque el aun juraba que se odiaban, sabia que no era una mala persona y de hecho, era muy agradable.

Asintió con un poco de desconformidad.

— Cuando llegues de la escuela, haces todo lo que tengas que hacer, tareas, salidas, visitar a tus amigos, pero te quiero aquí antes de la cena, bien bañado y cambiado, ¿esta bien? — La señora Yang paso una mano por la mejilla de su hijo acariciándole con cariño.

— Mamá, ¿porqué pediste dos días para faltar si... Ella — Le daba cierto rechazo aun — solo va a venir hoy?

— Bueno, tengo dos hijos, no sólo uno, así que mañana quiero que traigas a comer a todos, y hagan una pijamada, una junta o algo así, yo seré su anfitriona, quisiera agradecerle a todos los chicos por cuidar de mi bebé— Los ojitos de Jeongin brillaron, y su sonrisa se extendió hermosamente frente a ella, su mamá era la mujer mas preciosa del mundo.

— Hey, últimamente no te veo con tus gafas ¿ya no las usas? — El castaño las saco de su bolsillo, siempre solía echarlas ahí, por si salia a cualquier lado.

— A veces olvido ponermelas — Se las colocó, no hacían gran diferencia a su vista — Me voy a bañar ya, o se hará tarde — Su madre asintió.

— Cuando salgas te dejo el desayuno aquí, ire a hacer las compras y luego vendre a despertar a tu hermano, anoche llego muy cansado.

Y mientras Jeongin caminaba al baño, su madre pudo apreciar con cierta nostalgia la espalda de su pequeño hijo, como cada vez era mas alto, ya la pasaba unos cuantos centímetros.

Y aun así seguía conservando un poco su personalidad tímida, aun seguía siendo tan adorable y carismático,y como aquellas gafas que su esposo solía usar lo hacían ver a el como su vivo reflejo.

Salio de su ensoñación, cuando vio a su hijo mayor bajar a la primera planta y acercarse a la cocina.

— Buenos días — Dijo casi bostezando.

— Buenos días, pensé que te tendría que levantar mas tarde — Le sonrió con diversión.

— Tendrás que hacerlo, solo puse mi alarma para desayunar con mi bestia favorita — De cierta forma le dio ternura — Cuando se vaya a la escuela me voy a volver a dormir.

— Diablos hijo, esa niña te deja muy cansado ¿o no? — Todos los tonos subieron al pálido rostro del rubio, mientras ella le dedicaba una mirada pícara.

— ¡Mamá qué cosas dices! — Mientras ella reía y veía a su hijo avergonzarse un poquito mas.

Su corazón sabía que no había mejor cosa que le haya pasado en la vida, que haber dado a luz a esos dos chicos, eran su más grande orgullo, a pesar de descuidarlos tanto, ellos la veían como la mejor madre, y aunque ella no se sentía capaz de merecer ese título, para ella, sus hijos, eran los mejores hijos.

Porque desde el momento en el que tuvo que mantener una casa, ser padre y madre, y además una amiga para ellos, jamás pensó que haría todo de la manera mas completa.

Jeolu, no quería actualizar la neta, pero sentía este capítulo necesario por el día de las madres, las mamás son lo mas lindo que nos paso a muchos:(
Y quise dirigirme específicamente a la madre de los chicos aquí, porque por así decirlo ella esta basada un 70% en mi madre, y bueno, es todo

Amen a sus mamás, unas peleas y discusiones nunca van a definir lo mucho que ellas nos aman, creanme:( 💜