ÉL ES MARIO

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Pasaron los días y Mario seguía en el hospital, durante este tiempo el psicólogo se había encargado de sus terapias, debían descubrir cuál era el origen del problema que el chico tenía para así poder ayudarlo

Psicólogo: — ¡Buenos días Mario, espero hayas pasado una buena noche! —

Mario: — ¡No puedo tener buenas noches estando aquí encerrado! —

Psicólogo: — Recuerda que tu permanencia en el hospital solo depende de ti, de que tan dispuesto estés a salir adelante y enfrentar tus problemas. —

Mario: — ¡Es que ya me he cansado de decirle que yo no tengo ningún problema, solo quiero estar al lado de Aris, mi novio! —

Psicólogo: — ¡Y lo vas a estar, pero primero debemos asegurarnos de que no intentes terminar con tu vida nuevamente! —

Mario: — ¡Ya le dije que eso no va a volver a pasar! Solo déjeme estar al lado de mi novio. —

Psicólogo: — Mario, tienes que darte cuenta que has generado una dependencia muy grande por Aristóteles, creo que tenemos que empezar por ahí, cuéntame un poco de como conociste a Aris.

Mario empezó a recordar cómo fue su primer encuentro con el amor de su vida:

Era una tarde de invierno en San Luis Potosí y él se encontraba caminando por un parque cercano a su casa, había discutido con su madre por culpa de su padrastro quien había llegado borracho y había intentado golpearlo pues este se negó a darle dinero para comprar más alcohol, su madre en vez de defenderlo lo corrió de la casa alegando que si no estaba dispuesto a aportar dinero para el hogar no era bienvenido.

Así que solo tenía lo que traía puesto y un poco de dinero, no sabía que haría con su vida ni como solucionaría sus problemas, de lo único que estaba seguro es que no regresaría a esa casa donde recibió tantos maltratos y rechazos, no lograba entender como una madre podía preferir a su amante antes que a su hijo, se sentó en una banca y comenzó a llorar.

De repente alguien tocó su hombro por atrás y cuando pudo ver quién era no lo podía creer, el mismísimo Aristóteles Córcega estaba detrás de él preguntándole si todo estaba bien, seco rápidamente sus lágrimas y se levantó.

Mario: — ¡Si, disculpa qué pena contigo! —

Aris: — ¿Pena porque? Es de valientes llorar. ¿Cuéntame qué te pasa? —

Mario comenzó a contarle todo lo que había sucedido en su casa y como su mamá lo había corrido sin siquiera tener un poco de consideración Aris se molesto mucho pues no podía entender cómo es que había padres que podían tratar así a sus hijos, escucho a Mario hasta que termino de contar su historia y trato de consolarlo lo mejor que pudo, tampoco es que él estuviera en su mejor momento.

Cuando Mario se tranquilizo un poco Aris le dijo que por ahora no se preocupara por nada, esa noche dormiría en su casa, bueno la casa de sus tíos, ellos tenían una pequeña casa de huéspedes y podría pasar la noche en una de las habitaciones. Mario no podía creer como su suerte había cambiado, había pasado de estar en la calle sin un lugar donde dormir a estar en los brazos de su ídolo y a dormir en la misma casa que él

El psicólogo escucho atentamente al chico y hacia anotaciones, después le pregunto cómo fue que comenzó a enamorarse de Aristóteles, el paciente comenzó a recordar más de su vida en San Luis:

Mario y Aris caminaron juntos hasta llegar a la casa de sus tíos, quienes recibieron con mucho amor y cariño al chico, hablaron un rato con él y llegaron a un acuerdo para que se pudiera quedar, prometió encontrar un empleo y Aris también prometió ayudarlo a encontrarlo, por un tiempo la renta seria menor a lo usual pero el chico debía regresar a la escuela.

Los meses pasaron y todo iba muy bien para ambos chicos, Mario retomo sus estudios y también había conseguido un empleo de medio tiempo Aris había ingresado también a clases y seguía con la música y videos, también había conseguido un empleo para poder seguir ayudando a su mamá aunque se encontrara lejos, lloraba todas las noches y seguía recordando todo el tiempo a Temo encontraba en Mario un gran apoyo.

Mario por otra parte cada día se enamoraba más y más de Aris y eso le pesaba porque ya sabía que él chico solo pensaba en Temo, pero eso no impedía que sus sentimientos siguieran creciendo seguiría junto a él y haría que Aris se diera cuenta que podía enamorarse de alguien más que Temo, le propuso ayudarle con sus redes sociales y administrar un club de fans, Aris no dudo en decirle que si.

Desde que Mario tomo el poder en las redes sociales de Aris decidió bloquear a Temo para que no pudiera enviarle mensajes ni ver sus publicaciones y en todos los intentos que hizo el flacucho para poder contactar a Aris él evito que esto sucediera

Luego el psicólogo le pregunto a Mario como había sido que él y Aris comenzaron a ser pareja, los recuerdos llegaron a la cabeza del chico:

Los chicos habían viajado a la Ciudad de México para hacer sus respectivos exámenes de ingreso Aris a la escuela de música y Mario a la Facultad de Derecho así que se encontraban caminando por el paseo de la reforma, era la primera vez que ambos viajaban a la ciudad y estaban muy emocionados Mario consiguió armarse de valor y comenzó a hablar con Aris.

Mario: — ¡Estoy muy contento de que estemos aquí tu y yo! —

Aris: — ¡Si, la Ciudad de México es hermosa, ahora que los dos estemos estudiando aquí seguro la vamos a pasar muy bien! ¡Muchas gracias por estar conmigo amigo!—

Mario: Agachando la cabeza — Si, amigo. —

Aris: — ¡Claro, has estado conmigo todo este tiempo y no sabes lo agradecido que estoy contigo, gracias a ti mis seguidores han aumentado y he tenido más presentaciones! A demás estuviste junto a mi cuando más me dolió separarme de Temo. —

Mario: Juntando todo el valor que podía — ¡Pero yo no quiero ser tu amigo, Aris sabes que siempre he estado enamorado de ti! ¿Por qué no me das la oportunidad de hacerte feliz? —

Aris no estaba seguro de lo que sentía por Mario, ya habían pasado tres años desde que se había alejado de Temo y no sabía si algún día lograría olvidarlo pero si sabía que no podía seguir así, que necesitaba amar a alguien si quería dejar de sentir ese vacío que tenía desde hace mucho tiempo, tal vez Mario podía ser la persona que lo salvara de ese dolor.

Aris: — Mario, tu sabes cuales son mis sentimientos y que yo aún estoy enamorado de Temo. Pero creo que no puedo seguir añorando algo que no va a pasar así que espero que esto funcione por el bien de los dos, Mario vamos a intentarlo pero debes tenerme paciencia. —

Mario recordó ese día como el mejor día de su vida, el momento en el que el amor de su vida le dio la oportunidad de amarlo, juro que nunca dejaría a Aris solo y que nunca se apartaría de él, se encargaría de hacer que se olvidara de Temo de una buena vez por todas...

Perdón a quienes leen esta historia pero habían sido días sin inspiración, esta parte es solo para conocer un poco a Mario ya en el siguiente capitulo regresamos con ArisTemo, se vienen varias cosas buenas.

Al Fin Te EncontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora