PESADILLAS

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Temo no logro conciliar el sueño en toda la noche así que tomo su celular y comenzó a ver sus redes sociales, como cada día se metió al perfil de Aris y le sorprendió ver que después de tantos días por fin había publicaciones en sus redes, le alegro saber que la comunidad universitaria quería mucho al niño y le escribían mensajes muy bonitos, estaba sumido en su celular hasta que unos gritos lo sacaron del trance.

Aris: – ¡Temo, Temo por favor no me dejes, por favor no te alejes de mi! –

Temo: (sacudiéndolo) – ¡Aris despierta, estas teniendo una pesadilla! –

Aris lo abrazo llorando, Temo solo pudo abrazarlo más fuerte y acariciar sus rizos

Temo: – ¡Tranquilo, ya estoy aquí contigo! –

Aris: – ¡Temo, mi Temo! ¿Por qué la vida es tan injusta conmigo, porque no puedes estar a mi lado? –

Temo: – Aris, es que yo –

Aris: – ¡No Temo, por favor no lo digas! – (se soltó del abrazo)

Temo: – ¡Aris! –

Aris: – Mira perdóname por esto, por eso me aleje de ti, no puedo escuchar de tu boca esas palabras ¡me matarían! –

Temo: – ¡Pero Aris, déjame hablar!

Aris: – ¡No temo! Mira dejémoslo así, pero por favor seamos amigos de nuevo ¡Ya no podría separarme de ti otra vez!

Temo: – ¡Yo también sufrí muchísimo cuando te separaste de mí, perdí a mí mejor amigo! –

Aris: – ¡Lo sé y debo pedirte perdón por todo ese dolor que te cause! –

Temo: – Aunque me dolió mucho el que te fueras la verdad es que también te comprendo, se que lo hiciste por ti. —

Aris: —Si, lo hice por mi pero eso no quita que también te haya lastimado a ti. —

Temo: — Lo importante ahora es que ya nos volvimos a encontrar, ya lo demás dejémoslo en el pasado. —

Aris: — ¡Muchas gracias Temo! Eres la persona más noble que he conocido. —

Se dieron un fuerte abrazo y después Aris se fue a bañar, Temo comenzó a hacer el desayuno, comieron tranquilamente mientras recordaban viejas historias. Al terminar de desayunar ambos tenían que ir a clases, Temo acompaño a Aris hasta la puerta de su escuela y se dieron otro abrazo para despedirse.

Mario: — ¡Me puedes decir que es esto Aristóteles! —

Aris: soltando repentinamente a Temo — ¡Mario mi amor! — Dándole un beso — ¿Qué haces aquí? —

Mario: — ¡Me preocupe mucho porque no llegaste a dormir anoche¡ ¿Quién es este? —

Temo: — ¡Este tiene su nombre, soy Cuauhtémoc López! — Extendió su mano — ¡Mucho gusto!—

Mario: — ¡Mucho gusto! — con tono irónico y sin darle la mano.

Temo: — Bueno pues yo me tengo que ir, ya es hora de mi clase. —Salió corriendo antes de que Aris pudiera decirle algo más.

Mario: — Ahora si ¡Me puedes decir porque lo abrazabas! —

Aris: — ¡Sabes que odio que estén detrás de mí todo el tiempo! Hablamos cuando estemos en la casa. —

Aris entró a la escuela y dejó a Mario en la puerta, el estaba muy molesto, mucho le había costado el que Aris aceptará ser su novio y Temo no se iba a interponer en su relación dio un suspiro y se dirigió hacia su facultad.

Al Fin Te EncontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora