Prólogo

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Los temblores sacudían el suelo y los repentinos espasmos hacían casi imposible avanzar. Pero apenas fue consciente de eso, lo único que llamó su atención fue aquel vulto inerte tendido en el suelo. Corrió hasta llegar junto a ella.
La cogió entre sus brazos. Había perdido la conciencia y tenía una herida en la parte izquierda de la frente. La sacudió con suavidad, esperando que abriera los ojos. No lo hizo. Una horrible sensación le recorrió de arriba a abajo.
-¡Hey...!- le tomó el rostro con ternura mientras sentía que la desesperación comenzaba a hacer mella en él.
Su piel estaba más pálida de lo normal y apenas tenía brillo. La llamó otra vez, pero en el fondo sabía que era inútil, que no lo escuchaba, que nunca podría hacerlo. Con un nudo en la garganta la abrazó, enterrando el rostro en su suave cabellera oscura.
-...Por favor...- se acercó a su oído y en un desesperado intento de que le oyese, le susurró-...Te necesito...
Y se quedó abrazándola. Rememorando todos y cada uno de los momentos que pasó con ella.

¿Porqué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora