Capítulo II Al fin la encontré

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-Oye, ¿Tus papás te dejarían subirte a la moto?-
-B

Hasta este punto ya no sabía si esa chica que había visto entrar en su moto era una ilusión de mi cerebro o si de verdad la había visto, en verdad quería encontrarla, quería conversar con ella, conocerla y no solo saber que tenía una moto en la que se venía a la preparatoria. La verdad yo jamás había echo esto, el buscar a una persona e interesarte por ella solo por a verla visto una vez.
No tengo argumentos para justificar el porqué la estuve buscando, pero cada vez que me acordaba de ella llegando en su moto me daba una felicidad y tranquilidad que no sabría describir con claridad, tampoco puedo decir que fue amor a primera vista porque no lo fue, no creo mucho en eso, pero fue más como la sensación de intriga y misterio lo que me provocó ir a buscarla. A veces me pregunto que hubiera pasado si yo jamás la hubiera visto, es probable que muchas cosas de las que pasaron jamás hubieran pasado, sin embargo creo que aún que no la hubiera visto ese día, aún así habríamos coincidido ya que de verdad la necesito en mi vida.

Después de estar todo un semestre buscándola pase ha tercero por lo que ya no tenía clase en la tarde, pero de igual manera me quedaba en el turno de la tarde ya que tenía que ayudar en el comité, pues estábamos en época de campaña estudiantil.
Durante ese tiempo la imagen de la chica de la moto se volvía cada vez más un recuerdo, ¡Joder! Cómo es posible que en seis meses no la haya podido encontrar o tan siquiera saber algo de ella, ¿Y si no era estudiante de la prepa? No, no puede ser eso yo la vi guardando su credencial en la mochila mientras caminaba, es probable ¿Qué se haya salido de la escuela? No tampoco lo creo ya que todos los días su moto estaba ahí en el estacionamiento, pero no entiendo cómo su moto si está y ella no, probablemente ya me volví loca.

Al poco tiempo apareció una cuenta en instagram llamada crush prepa 7, tengo que admitir que me pareció una tontería, pero era divertido ver a quién subían, había varias cuentas y cada una tratada de algo diferente, una era para subir anónimamente una foto de la chica o chico que te gustaba, otra era para subir la foto de la persona que más odiabas en la prepa y así había varias cuentas pero en mi opinión la de crush era la más emocionante ya que si te llegaban a subir era porque tenías algún admirador secreto.
Que tonto ¿no?, Hasta qué punto hemos llegado que en vez de decir lo que uno siente en persona lo tenga que decir por medio de una publicación en una página, si se ponen a pensar hemos perdido muchos detalles que teníamos antes de los celulares, así como las cartas, las flores, etc etc, no digo que ya no haya gente que lo siga haciendo solo que siento que ya no hay tanta emoción como antes a la hora de declarartele a alguien.

Un 12 de noviembre del año 2018 yo me encontraba en el salón de clases, no recuerdo en qué clase estaba ya que si estaba en el celular es probable que no haya sido algo de importancia, yo creo que estaba en raíces culturales pero bueno, yo estaba viendo las publicaciones en instagram cuando se me ocurrió checar la cuenta de crush prepa 7 y no podía creer lo que estaba viendo, habían subido a la página a la chica de la moto, ¡Dios! Por fin la encontré, no estoy loca al final de cuentas y habían puesto su nombre, su grado y su grupo por lo que sí es estudiante de esta preparatoria. No pueden imaginar la emoción que sentí al saber su nombre, al saber que ella en verdad existía y lo digo de esa manera ya que como había pasado demasiado tiempo creí que ya estaba alucinando.

En ese momento al ver que era ella la chica de la publicación le conté a mis amigas de que por fin la había encontrado y de que además sabía su nombre.

Seis letras, tan solo eran seis letras las que me hacían feliz, las que me hacían creer que todo era posible, las seis letras que conformaban su bello nombre, Blanca.

Mis amigas me alentaron a buscarla otra vez, está vez no habría ninguna falla pues ya sabía su nombre; yo creí que el destino, la vida, Dios o en lo que quieras creer me estaban ayudando a encontrarla o si no me estaban ayudando por lo menos me tenían lástima y decidieron como mínimo decirme su nombre, yo me sentía la persona con más suerte del mundo y pensé que el destino me estaba dando todo en la mano para poder encontrarla y cuando por fin me decidí a buscarla en las redes sociales, pues que llega Facebook y me dijo

Amor sin vendasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora