Capitulo 11

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Los días pasaron después desde el día en que Naruto se conoció con Itachi y lo atacaron en la noche por los aldeanos y fue salvado por Ryumo, Ryumo creía que Naruto podría hacer el trabajo de asuma mientras el no estaba pero se dió cuenta que debería de estar en las sombras hasta que esté lo suficientemente capacitado para salir afuera por los aldeanos.

Si bien Naruto se mantenía en las zonas baja y en el campo de entrenamiento, esos eran lugares poco visitados por la gente que lo odia, no obstante no fue obstáculo para que Naruto conociera gente y socializará, Ryumo le presento a sus dos nuevos instructores, el de Taijutsu era un tipo extremadamente raro que siempre hablaba de la juventud, a Naruto le pareció de lo más extraño pero Ryumo dijo que es el mejor instructor de Taijutsu que hay en konoha, ese tipo se hacía llamar la bestia verde de konoha, luego estaba el instructor de kenjutsu, este tipo era más reservado, era estricto pero enseñaba bien y se acoplaba a lo que Naruto necesitaba, este tipo se hacía llamar pañuelo según Ryumo pero el decía que su apodo en la organización era filo (por el filo de las katanas).

El anbu llamado pañuelo o filo de la pasaba con un pañuelo para sus enfermedades, Naruto comenzó a pensar que era por eso que lo llamaban así, de tantas veces que se tenía que sacar la máscara y usar su pañuelo en su nariz, Naruto término viendo su rostro y luego de mucha insistencia Logro conseguir que le dé su nombre, Hayate Gekkō era un hombre muy reservado y que a veces miraba a Naruto con desprecio pero era un instructor sin igual, según el es el segundo mejor especialista en kenjutsu de konoha.

El instructor de Taijutsu decía que no debía mostrar su rostro por qué la juventud no debe de tener rostro alguno, pero Naruto tenía la intuición de que era un hombre de expandex verde que solía caminar con las manos y se la pasaba hablando de la juventud, con el tiempo averiguo qué se llamaba guy, un tipo de lo más raro, pero sin lugar a dudas un experto en Taijutsu, este tipo no sentía ni un ápice de maldad hacia Naruto, eso lo hacía sentir feliz.

De apoco iba siendo aceptado por la gente, oh bueno mejor dicho por los subordinados de Ryumo, pero mientras que uno lo acepte significa que todavía hay posibilidades con los demás o eso quiere creer nuestro joven héroe, lo malo de esto es que mientras más se unía al mundo de Ryumo más se unía con la oscuridad, pero eso no es algo que a él le molestará, el desde que cayo en las calles el estaba en la oscuridad de la misma, lo portería y a la vez lo reconfortaba, era como algo que a él lo hacía sentir seguro, era... Era como si el mismo estuviese destinado a ser parte de la oscuridad.

Naruto todas las tardes después del entrenamiento que tenía con alguno de sus instructores, ya que los días lunes, miércoles y viernes por la tarde el tenía entrenamiento de kenjutsu, su nivel era demaciado bueno para su edad, Hayato decía que era lo mínimo para su edad, pero lo que no decía era que era sorprendente, era una maldita esponja, el podía con lo que le pongan, si bien el no era el mejor espadachín del mundo el tenía un nivel decente en la escala de espadachines, podría estar a nivel de pre graduados de la academia ninja algo asombroso para su edad.

Los días martes, jueves y sábados por la tarde Naruto entrenaba Taijutsu, por su excéntrico maestro que para Naruto era un asombro el tenerlo, él le daba consejos de defensa o bueno más que concejos eran un enfrentamiento uno a uno el cual a Naruto lo dejaba casi destrozado, si no fuera por su recuperación anormal el no podría seguirle el paso a su sensei, en cambio cuando a él le tocaba atacar el resultado era nulo, no podía acestarle un solo golpe a su sensei, pero guy era muy bueno dándole ánimos a Naruto, le decía que todo buen ninja nunca tenía que darse por vencido ya que la juventud habita en el, de tanto que menciono a la juventud a Naruto se le quedó en la mente el espíritu de de nunca darse por vencido de guy, pero hay algo que a Naruto no le quedó bien en claro, la palabra ninja.

Un prodigio Resignado a las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora