Prologo

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El aire quemaba en mis pulmones, solté una maldición en voz alta, eso no importaba del todo en ese momento, lo único que importaba era que debía encontrarlo y arreglar las cosas, no debía permitir que acabase todo de esa forma, así que continúe corriendo a pesar de las miradas curiosas de las personas en la calle, a pesar del dolor de mis músculos por el esfuerzo y mis pulmones ardiendo, usualmente siempre estoy en forma, siempre es así, sin embargo, todo lo que había terminado por correr fácilmente podría contar como una maratón.

Mire a mi alrededor, la verdad es que apenas podía reconocer bien el lugar donde me encontraba, mire mi celular, el panorama no era demasiado alentador, aun faltaban bastantes cuadras para llegar a mi destino. Mi pulso se acelero presa del pánico.


GRACIAS POR LEER.

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