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Aquella noche fue rara, Saeyoung por alguna razón que no conocía, quería hacer el "amor" como solía decirle con inocencia algunas veces. Era graciosa su forma de pedirlo, le costaba aunque terminaba por darme señales de lo que quería.
La verdad me parecía peculiar todo, no es porque no deseara a Saeyoung de esa manera, si no que no solía pedir eso, era cada cierto tiempo y más que nada porque yo era muy cuidadoso y tenía miedo de hacerle daño.
Esa misma noche recuerdo que me decía repetidas veces lo mucho que me amaba a lo que yo le respondía igual.
Parecía necesitarme, como si no me quisiera dejar ir.
Lo último que escuche de el fue un "te amo muchísimo Jumin, no tienes idea de lo mucho que lo hago" y eso porque lo dijo entre susurros ya que yo estaba adormilado.
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A la mañana siguiente me levante algo cansado por lo de anoche, aún con los ojos cerrados buscaba al Saeyoung dormido a mi lado.
Tomé su mano.
"Sae, cariño, esta algo fría tu mano ¿no tienes frío?" Pregunté cerca de su oído.
No hubo respuesta, seguramente estaba muy cansado.
Me senté en la cama, moviendo con delicadeza a Saeyoung buscando que se despertara.
Nada, literalmente no respondía.
Me comencé a preocupar y lo moví más fuerte.
"¿Saeyoung? Amor, despierta, me estoy preocupando." Dije asustado, tomandolo de ambas mejillas.
No había necesidad de sacarle conclusiones, algo estaba mal.
Su rostro estaba palido, se notaba marcas de que lloro unas horas antes, habían unas pequeñas heridas en sus nudillos, y claramente....
Saeyoung ya no estaba respirando, ya no estaba vivo.
Comencé a gritar, gritaba su nombre, como si algo fuese a cambiar esto, estaba desesperado, en mi cabeza esto era un mentira, era imposible que Saeyoung me dejase así.
¿Por qué lo haría? El nunca haría algo como eso... Nunca me dejaría ¿no...?
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Era un día lluvioso, algo cliché, que irónico que justamente hoy, siendo el funeral de Saeyoung estuviese lloviendo.
Me encontraba con un paraguas, toda la RFA estaba ahí, triste, me miraban con lastima una que otra vez ¿tan lamentable me veía?
El funeral fue normal, nada que no haya visto, aún así dolía. Se fueron de apoco todos, diciendome "Lo siento" cuando no había nada que sentir. Después de todo nadie más que yo tenía culpa de esto. Porque no pude hacerle feliz.
Ya que no había nadie, caminé hasta estar cerca de la lapida de Saeyoung que estaba llena de flores.
Sonreí dolido, evitando un sentimiento agridulce.
Susurré "Espero estés bien donde sea que estés, mi amor."
Me agaché un poco quedando a la altura de las flores.
"Saeyoung, ¿ahora que haré sin ti? Esta vida no tiene sentido, no puedo creer que te hayas ido, de hecho no lo creo, no quiero creerlo."
Porque era así, me negaba a aceptarlo, no quería, mi corazón no podía hacerlo. Y si lo intentaba dolería.
Mi vista se volvió borrosa, algo comenzó a caer de mis ojos, acaso era....
¿Estaba llorando? ¿El "robot" estaba llorando? Reí por lo bajo mientras más lagrimas caían sin control de mis ojos.
Lloré, lloré como nunca lo había hecho en toda mi vida. Ni siquiera noté cuanto tiempo pasó, me sentía tan destrozado que no podía pensar más que en lo mucho que lo quería a mi lado, y lo poco que lo había ayudado, que fui un inútil, un estúpido.
