Capítulo 1

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Las calles se encuentran húmedas después de esa lluvia matinal, trato de correr lo más que puedo, es más importante tomar ese vagón exactamente a las 8:00 a.m. que el peligro inminente de sufrir un accidente. ¿Y porqué tanta prisa? podría ser algo tonto, pero no puedo esperar (a pesar que otro vagón parte a los 10 minutos del anterior). Pero no es el vagón, es una persona.

Desde aquella mañana hace tres meses, lo encontré, pueden decir que es una tontería, o algo cliché y en cierto punto inmaduro, pero es amor a primera vista, u obsesión... Prefiero pensar que es la primera.

Esa mañana creí que sería como todos los días, tomar el vagón, y después hacer lo mismo de siempre, sentarme en el lugar habitual y perderme en un libro o simplemente dormir unos minutos antes de llegar a mi destino. Pero ese día fue diferente, alguien estaba sentado en mi lugar, me puse algo molesto, y no es solo un capricho, pero ese asiento está en el lugar perfecto. Resignado fuis a sentarme en otro lugar que estuviera cerca de dicho asiento, quería ver la persona que se había robado mi lugar preferido. Le observé, era un chico unos pocos centímetros más que mi altura, castaño, labios rosados gratamente besables, cuerpo algo trabajado pero delgado, piel blanca y perfecta, algunos lunares resaltando sus facciones bellamente talladas, todo un adonis, pero, qué estaba pensando, no podía pensar así de un extraño ¿o sí?...

Trate de desviar mis pensamientos de ese chico, y saqué un libro, decir que me acuerdo del título sería mentira, porque toda mi atención se centró en el ladrón de mi lugar. Observándolo, bien podría tener mi misma edad, tal vez uno o dos años menos. Y de pronto encontré su mirada, unos ojos verdes, dos lindos luceros, un mar aguamarina, profundos, fácilmente y gustosamente me podría perder en ellos. Pero aparte mi mirada, ¿en qué estaba pensando en observarlo así? de seguro pensaría que estoy completamente loco. Volví la mirada al libro y cuando regresé la mirada hacia aquel joven, me encuentro con que estaba durmiendo. Pero es una bella imagen, a pesar de no poder ver esos lindos ojos, podía verlo tranquilo, con el pecho subiendo y bajando, su respiración y cuerpo laxo.

Y así paso el trayecto,  tratando de ocultarme en un libro y dando cortas miradas hacia el chico que estaba a a menos de dos metros de mi, ruborizandome y reprendiendome constantemente.

Mi parada llegó y para mí sorpresa también se bajó el joven que me robaba la mirada, trate de bajar lo más concentrado y normal que pude, y empecé a salir del vagón para dirigirme a la universidad, mientras aquel castaño caminaba al sentido contrario mio. Tenía esperanza que por alguna razón fuera en mi misma universidad, pero no fue así, y empezaba a comprobar mi teoría que posiblemente era menor.

Pero mis recuerdos no tenían cavidad en este momento, estaba a segundos de perder ese vagón, de perder mi única oportunidad de estar cerca de ese chico, los pocos minutos en que me siento la persona más feliz, aunque también la más patética por no tener el valor suficiente para hablarle, y pasar a algo más, que solo observarlo. Perdería mi razón de ir en ese vagón, y soportar el ajetreo matutino, la dosis de la mejor droga del mundo, la sonrisa, el rostro, los ojos de ese chico. La droga que me inyectaba felicidad, energía y acababa con mi rutina.

Desde esa mañana lo observaba todos los días sin falta, de lunes a viernes siempre a la misma hora. En esos últimos tres meses, había prendido algunas cosas de ese chico, como que le gustaba el fútbol y lo jugaba, lo había visto llevar un día la playera de la sele de Colombia y en otra ocasión llevaba otro jersey de color verde y gris, supuso que era del equipo de su escuela, ya que llevaba una maleta deportiva y un balón de fútbol. Y había algo más de lo que estaba seguro, ese chico era músico, había llevado en varias ocasiones un banjo, u otras veces una guitarra, imaginaba la posibilidad de que también fuera cantante, me gustaría escuchar su voz, no lo había escuchado hablar, pero me la imaginaba armoniosa, masculina, pero suave y dulce, como era ese chico. Y quisiera saber su nombre, porque de tantas veces de verlo sólo sabía sus iniciales "JPVC", este fue mi gran descubrimiento y lo había encontrado en la maleta deportiva que normalmente los jueves llevaba, suponía que esos días entrenaba.

Y llegando a la entrada del subterráneo, por fin veo el fin de mi tortura, podía decir que había logrado, había llegado a tiempo al vagón, pero hoy estaba la mala suerte conmigo, en verdad me había levantado con el pie izquierdo, en las escaleras que conducen a las vías, me he caí y me voy completamente de bruces, mientras que desde el piso veo como el vagón parte, y con él, mi esperanza de estar en el mismo lugar que de la persona que me roba suspiros.

Me levanto lo más normal y dignamente que puedo, y me quito los rastros de polvo de las rodillas, cuando por fin estoy erguido, siento una mano en mi hombro, una mano suave, calidad pero con un firme agarre, que también me está extendiendo los libros que llevaba en mano antes de la caída, y que terminaron volando por el aire.

–¿Estás bien? Te diste tremendo golpe– Dice aquel sujeto caritativo que se detuvo a ayudarme. Me doy vuelta, para tomar mis libros y decirle al extraño que me encuentro bien y darle las gracias. Pero lo que veo no lo creo, algo hice bien para merecerlo. Después de todo su suerte no fue tan mala. No podía ser, ¡Dios mío! claro que era él, su voz, era su voz, por fin podía escuchar su voz...

"'******'"


Nota
Cómo ven ya regresé... No me maten, bueno si, me lo merezco. Y perdón, pasaron muchas cosas, vi que hay personas que han leído la historia y les gustó, así que me obligué a regresar. No les voy a hacer el cuento muy largo, pero fuí desorganizada, y primero era la escuela, después la desidia, los exámenes de admisión para la universidad, y ahora estoy tomando escribir como un tipo de canalizador de lo que estoy sintiendo, así que creo ahora sí escribiré todo lo que tengo en mente. Los últimos meses he estado algo deprimida y la pandemia no ayudó... Pero bueno, ustedes no vienen por eso.
Y retomando está historia, voy a modificar lo que tengo, porque no me gustó y vi errores (no va a ser la gran literatura, pero trataré de equivocarme menos), así qué voy a empezar a publicar.

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2020 ⏰

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