Prólogo

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Dicen que la amistad es lo más poderoso que hay, seguida por el amor. Porque, ¿qué es más poderoso que el amor? La amistad.
Dicen que la amistad dura para siempre. Que no hay nada en el mundo entero que pueda separar a dos amigos excepto por ellos mismos.
¿Pero qué pasa cuando esto sucede?

Soy un ordinario niño de diez años, el cual necesita muchas cosas; entre ellas, amigos.
Siempre se me hizo bastante difícil el hacer amigos, en especial porque la tenía a ella. Pero nada en el mundo haría que la dejara. En la escuela me veían como el niño raro por juntarme con una niña, en especial porque era menor que yo, pero a mí no me importaba; porque yo la quería.
La conozco desde que tengo cinco años y ella tres. Ella apenas y podía hablar, yo ya hacía casi todo; pero eso no me impedía estar con ella.

Mi vida cambio drástica mente cuando ella se fue. Los niños me seguían viendo como un extraño. Ya no tenía con quien jugar por las tardes después de clases, no tenía amigos; y ella era mi mejor amiga.

Desearía que nunca se hubiera ido, que se haya quedado, conmigo; pero si se quedaba, sufriría. Me gustaría ser mayor, más fuerte, para poder protegerla de ese hombre. Porque gracias a él, ella se fue.
Y no se cuando la volveré a ver. Quizá nunca la vea de nuevo.
Pienso en ella cada noche desde que se fue, ni siquiera pude despedirme, y eso hace que duela más.

La vida de ese hombre se fue a la mierda, y lamento la palabra, sé que soy menor para decirla pero no tengo otra palabra para describir en lo que se convirtió su vida.
Perdió todo, pero todo gracias por sus estupideces.
Y me hizo perder a una de las cosas más importantes para mí. A ella.

Perdí contacto con ella, perdí el poder verla todos los días; y todo por él.
Con el paso del tiempo sentía menos dolor, pera cada vez que la recordaba enfurecía; y fue cuando decidí intentar olvidar su recuerdo.

You know meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora