Fernando se quedó paralizado con lo que había sucedido. El muñeco suave relleno de algodón y tela marrón se tiño de gris y le arrebataron su suavidad.
- ¿Cómo... es... cómo hiciste eso? - le preguntó nervioso. - No lo sé, ayer estaba jugando con este peluche y de repente se volvió una triste piedra. - Ambos no sabían qué hacer, no tenían ninguna pista de lo que podía estar pasando, era algo nunca visto, algo mágico.
- ¿Tocaste algún otro juguete después? -
- No -
- ¿Algo más se convirtió en eso? -
- No -
- Lo siento, pero no puedo ayudarte. Esto es algo nuevo, nadie nunca se había encontrado con este problema -
- ¡Tiene que haber una solución, ese era mi muñeco favorito! - Florencia empezó a llorar. - ¡Necesito su cariño y a alguien para divertirme no una simple roca dura y gris! - se levanto de su asiento sollozando por la pérdida de su compañero. Era una cara de desesperación de una niña inocente; cada segundo para él era una tortura. Se acercó y puso su cara en chaleco de lana del ayudante para secarse sus lágrimas. - Esta bien, no me voy a rendir. Resolveré tu problema. ¿De acuerdo? -
Florencia dejó de llorar, estaban listos para arreglar este "síntoma".
- ¿Qué era ese muñeco? -
- Era mi muñeco preferido, jugaba mucho con él. Fue un regalo de cumpleaños de mis padres -
- ¿Por qué era tu preferido? Supongo que tenías otros muñecos -
- Él era muy divertido, pasamos muchas cosas juntos. Nos movimos por todo el espacio, campos, montañas... Nos movíamos mucho. A veces veo a mi abuela cruzando hilos - se desvió del tema sin darse cuenta. -. Le digo que nos acompañe pero sigue sentada haciendo eso, se ve muy aburrido -. A Fernando se le ocurrió una idea larga pero lo suficientemente corta como para terminarla en el tiempo de su trabajo.
Salió de su sala de trabajo, Florencia lo pasó por delante y fue a abrazar a su madre. Los padres se presentaron ante el ayudante.
- Victoria Bastiquellie, el es mi marido, Eduardo Krötig -
- Soy Fernando Guilem. Necesito su ayuda para resolver su condición. Necesito que me lleven junto a la abuela de Florencia -
- No entiendo, ¿por qué lo necesita? - preguntó la madre con desconfianza.
- Creo que es en base a lo que le gusta -
- ¿Y qué tiene que ver esto con su abuela? -
- No le gusta tejer -
- Nunca a tejido -Victoria se encontraba en el mismo estado de confusión que Eduardo. Lo que les decía el hombre no tenía sentido.
![](https://img.wattpad.com/cover/186964287-288-k110691.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Fenómeno del gusto
Ficção AdolescenteFernando Guilem ha empezado a trabajar como ayudante de niños. No pensó que sería algo complicado. Le gusta hablar con niños desde que tiene memoria. Ahora es su oportunidad para ayudarlos. Ahora, tiene un problema debe ayudar a sus clientes con sus...