Parpadeo repetidas veces antes de enfocar su vista en aquella cara, los rasgos no eran para nada similares, pero ella era Dorotea Smith, ¿no? Ella era su mamá, no había duda, no podía haber dos Dorotea Smith en la misma ciudad. Los ojos azules de su madre no se parecían en nada con los ojos ámbar que ella poseía, tampoco en el cabello. La mujer bajo su escrutinio sólo arqueo una ceja.
Tragó nerviosa. Si fuera su madre ella debería saberlo, ¿verdad? La sangre llamaba, según había escuchado, pero estaba tan asustada que no sabía que hacer o decir, incluso como actuar. Sintió la mano de Jason contra su espalda baja, el calor se filtró a través de sus telas deshaciendo el hielo que en ella se había formado y la hizo armarse de valor, se lo agradeció en silencio.
Abrió la boca para comenzar a hablar, pero el grito que surgió de Dorotea la hizo callar.
— ¡Eres tú! – se lanzó a abrazarla y ella no supo que hacer, volteo a ver a Jason y este mantenía el ceño fruncido, como si algo estuviese mal. – Dios, gracias, gracias, gracias.
— Yo...
— Lo sé, es impresionante. – rio la mujer contra su sien, le tomo de los hombros para separarla y así tomarle el rostro. – Eres igual a tu padre.
— ¿En verdad? – sintió las lágrimas quemarle los ojos.
— Por supuesto que sí, soy tu madre ¿cómo no lo sabría? – le acaricio las mejillas, ella cerró los ojos adorando la sensación de... ¿de qué? No se sentía igual que cuando Alegría o Gabriel lo hacían. – Oye, mi niña, ¿qué dices si vamos y tomamos un café para ponernos de acuerdo?
— Yo...
— Ahora que estas aquí conmigo, que estamos juntas, vivirás conmigo y...
— No.
Jason le tomo de la muñeca, alejándola de Dorotea y la colocó tras de él, ¿qué estaba ocurriendo? Intento zafarse de Jason, pero este gruño y dio un paso atrás, ella vio sobre su hombro y jadeo. Dorotea sostenía un arma, la sonrisa nada que ver con la tierna y deslumbrante de hace rato, era aterradora. Tras de ella se escuchó un ruido, vio sobre el hombro y gruño al ver tres hombres acercándose, estaban muy mal parados.
Volvió de nuevo la vista a su madre, quien rio y negó con la cabeza. Soltó un suspiro, se limpió las falsas lagrimas que lograron escaparse.
— Mira, hagamos esto a la buena ¿quieres?
— Pero ¿qué dices?
— Ven con nosotros y tu novio no sale herido, así de fácil.
— ¡Eres una perra! – le grito, aferrándose al brazo de Jason. Enojada, dolida... furiosa. – ¿Cómo puedes...?
— ¿Sabes el dinero que ganare contigo? – rio con fuerza. – No lo creo, son animales tontos. Así que ven antes de que me moleste y dispare.
— No te muevas. – le demandó Jason, gruñendo bajo.
— ¿Te harás el valiente?
— Somos resistentes contra balas, seré rápido y...
Se escuchó el gatillo al ser presionado, ella grito cuando Jason cayo gritando y aferrándose el vientre, su cuerpo convulsionándose. Ella quiso ayudarlo, pero los hombres la sujetaron con fuerza, aunque eso no la detuvo, lo que la dejó de piedra fue ver como Dorotea apuntaba a la cabeza de Jason.
— Tu amigo tiene razón; ellos son resistentes a las balas, a los golpes y cientos de cosas más, pero ¿qué ocurre cuando se les administra una cantidad de corriente eléctrica alta? – jugueteo con el arma, mientras Jason seguía gruñendo, el cuerpo no dejándole de temblar. La saliva corriendo por las comisuras de la boca. – Un humano no tolera tanto voltaje, ustedes sí, pero con el voltaje considerable en el nervio correcto los hace colapsar por unas horas.
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Forest (Nuevas Especies #4) - Jason McCann (ADAPTADA)
FanfictionJason, hijo de Slade y Trisha, ambos muy queridos en la Reserva, se volvió el lobo solitario cuando cometió el error de traicionar a los suyos aún cuando lo hizo sólo por el bien de todos. No tiene problema con ser el malo, le gusta serlo, pero ¿Ell...