Forest (Nuevas Especies #4) - Jason McCann (ADAPTADA)

Capitulo 4

Su respiración estaba un poco acelerada, era de esperarse ya que estaba nerviosa hasta los cimientos; ¡Había alguien como ella! y no nada más eso ¡Ese alguien era su hermano!

Las manos le estaban sudando, así que las paso por su mini short, limpiandolas, pero la sonrisa no se le quito del rostro. Aunque también se sentía incomoda; sí ella y su hermano existian eso significaba que sabían que los Especie se podían reproducir, aunque ella en sí no era Especie, era Voraz y los Especie no sabían de ellos antes de conocerlos.

Frunció el ceño ¿Qué podía significar aquello? ¿Acaso en Marceli existía eso de "tratos bajo la mesa"? Tenia sentido a decir verdad. Pero eso ya no importaba, ¡Tenía un hermano! Le platicaría todo lo que ella había pasado; su vida en la Comunidad, su primera vez... tal vez eso no se lo debía contar. Respiró hondo, viendo la puerta color negra con detalles naranjas y cafes, colores favoritos de Nathaniel.

— Bien, - se giro, viendo a Gabriel y Jason, seguro sólo la habían acompañado para verla llorar. - ¿Qué estámos esperando? Quiero conocerlo.

— Es casa de Nathaniel, debemos esperarlo. -la voz calma de Gabriel la hizo soltar un suspiro, debía estar calmada también. - Tranquila, amor, no va a ir a ningún lado.

— Lo sé, pero... ¿Estaba en el Homeland?

— Esperemos a Nathaniel, ¿si, cielo?

— Pero...

Gabriel arqueo una ceja; ese gesto fue suficiente para que se callara, no le gustaba mucho retar a Gabriel ya que él la había criado como una hija, una muy consentida, pero de eso no se iba a quejar.

Volteó a ver a Jason, éste parecía muy concentrado viendo a la nada y ella aprovecho para tomarle ambas mejillas, pellizcando un poco fuerte. El lobo se giro a ella y le gruño, eso la hizo sonreír.

— Así que... Jason, ¿dónde estaba mi hermano? -fruncio el ceño. - Espera, ¿por qué te enteraste primero que yo?

— No te incumbe. - respondió Jason, retirando las manos de ella.1

— Dime.

— No.

— Jason, ¿por qué supiste primero lo de mi hermano que yo? - achicó los ojos, su mirada volviendose penetrante. - ¿Por qué tardaron tanto en traerlo si estaba en el Homeland?

— Nadie ha dicho que fue encontrado ahí.

— Entonces, ¿dónde?

— Gabriel y Nathaniel te lo explicarán.

Y se dio la vuelta, comenzando a andar a un paso lento y eso a ella le molesto, corrio contra él y lo empujo, Jason se devolvio en un gruñido.

— No hagas eso. - le dijo entre dientes apretados Jason.

— ¿Que no haga qué? ¿Esto? -lo volvio a empujar y el macho choco su pecho contra el de ella.

— ____, basta de hacer tus estupidos juegos; ya dije que no te dire nada.

Sus respiraciones aceleradas, la mirada oscura volviéndose como un poso sin fin y, sabia con seguridad, que los de ella serían como el oro; los puños firmemente cerrados; gruñidos que retumbaban sus pechos...

Ambos listos para lanzarse a ls garganta del otro. Eso la hizo ponerse triste, ¿solo bastaba un empujón para que su amistad se acabara? A pesar de la tristeza que la cubría, no bajo la mirada de aquellos ojos oscuros.

Un carraspeo mas una mano sobre el hombro de ella hizo que todo se calmara, cuando volteo se ruborizo de pies a cabeza; se habian olvidado completamente de Gabriel. Éste los observaba con una ceja arqueada, la sombra de una sonrisa en los labios y entonces señalo sobre su hombro.