Estar encerrado en las cuatro paredes más lujosas de todo Seul y posiblemente de toda Corea no era tan fantástico como algunas personas pensarían. Al menos las demás personas podían salir a cualquier lugar, sin embargo no Jimin, no tenia permitido salir bajo ninguna circunstancia, aún anhelaba hacerlo, siempre que lograba salir llevaba a Jungkook con él, su pequeño niño debia al menos conocer el parque donde Jimin solía pasar las tardes jugando junto a su madre y su hermano mayor.
Extrañaba demasiado esos días, extrañaba a su hermano más que a nada, pero el resentimiento a veces ganaba en su interior.
Jimin no entendía porque Ren no lo llevó con él, porqué le dejo sufrir en esta cárcel de oro junto a su padre, siempre le recriminaba a su fallecida madre por haber muerto tan rápido, por no haberse quedado para proteger a sus hijos, pero más recriminaba a su hermano mayor por no ayudarle cuando tuvo la oportunidad, cuando aún estaba a tiempo de ser salvado, ahora ya no había nada que hacer tenía que quedarse en esa casa hasta el fin de sus días o al menos hasta que Jungkook cumpliera la mayoria de edad o hasta que se presentara, solo tenía que aguantar unos cuantos años más.
Escuchó pisadas fuertes por el pasillo que llevaba a su habitación, sabía que ahora venía el castigo por haber salido al parque esa mañana, miró a Jungkook dormir a su lado y le rompió el corzón volver a despertar al pequeño para esconderlo en alguna parte.
-Jungkook cariño, despierta-movió lentamente el hombro de su cachorro.
-No quelo appa, dejame momir un poquito mash, tengo musho shueño-dijo soñoliento tapándose con las sabanas hasta su cabesita.
-Lo siento cariño pero tienes que esconderte-repitió Jimin con su corazón acelerado, intentaba mantener la calma pero su cuerpo temblaba cada vez más a cada minuto que pasaba.
-¿Ota vesh?.
-Si amor, otra vez.
Jimin guió a su pequeño hasta el closet, era una habitación de 5x6 metros, en ese lugar estaría a salvo, por todos los medios Jimin intentaba mantener a salvo a Jungkook, mantener esa pequeña mente inocente era su principal deber y promesa, jamás permitiría que nada malo le pasara a su pequeño tanto físicamente como mentalmente.
-Quedate aquí y no te saques estos de tus orejitas-tomó Jimin un par de audifonos inalambricos que estaban en un cajón y se los colocó-no te los quites hasta que yo regrese ¿está bien?, tampoco salgas de tu escondite hasta que yo no venga por ti.
Tres o cuatro veces a la semana Jimin tenia que esconder a su pequeño cachorro en un pequeño compartimiento en su closet, era desgarrador para él tener que hacer aquello con su hijo, pero era indispensable.
Jimin salió de su closet despues de dejar a Jungkook bien escondido y al alzar la vista observó al causante de tanto dolor en su vida.
-No entiendo porque lo escondes, podrías dejarlo ver, debería aprender a ser un buen alfa desde ya.
-Con todo respeto pero Jugkook es muy pequeño para que observe este tipo de cosas.
El alfa que estaba acostado en la cama del omega pantera se levantó y caminó a pasos seguros hasta donde estaba su hijo y le propino un fuerte golpe.
Jimin sintió como la sangre salía de su nariz, lastimosamente sabía que eso no iba a ser impedimento para lo que venía después.
-Cállate y quítate la ropa, ya sabes en que posición ponerte pequeño omega.
Después de que su padre terminó y salió de él lo golpeo una y otra vez, Jimin no queria emitir ningún ruido, sabía que Jungkook podría salir, ya era suficiente con el asqueroso olor a sexo y miedo que apestaba toda su habitación, era dificil explicar lo de los olores a su pequeño pero se esmeraba en no decirle lo que en realidad significaban esos olores.
Jimin se quedó en la cama jadeando, hoy su padre fue demasiado agresivo, podía sentir los huesos de sus costillas rotos y el orbe de su ojo también estaba roto, ademas su nariz también, necesitaba un médico antes de que sus heridas sanaran mal. Despues de unos momentos en agonizante dolor una voz desagradable apareció.
-Lleven al omega al hospital y saquen al cachorro de su escondite, llévalo con Seulgi, ella se hará cargo de él-al menos lo último dejo tranquilo a Jimin, sabía que Seulgi era la única en la que podía confiar a su hijo.
-Es bueno ver que mi alfa sabe como tratar a pequeños putos como tú-dijo su madrastra-como sea al final mi esposo siempre va a la cama conmigo y me hace el amor muy cariñosamente, espero que sepas que solo estas aquí para mantener su lado salvaje apaciguado, no sirves para nada más-repitió la joven omega pantera de largos cabellos negros llamada Jennie. Siempre repetía la misma lata en el oido de Jimin, la verdad ya no le sorprendía aquello y se sabía de memoria cada palabra.
Una semana después estaba listo para irse del hospital. Maravillosamente logro hacer que su padre le diera permiso a Seulgi para dejar que trajera a Jugkook, en algún momento Seulgi logro distraer lo sificiente a los guardias de su padre y Jimin pudo escapar con Jugkook en brazos con una pequeña maleta con dinero y un poco de ropa colgada en su hombro.
Ya no soportaba más, ya no aguantaba esa vida, ahora todo sería diferente se dijo, pues al fin lo encontró, al fin había encontrado a su alfa, a su pareja destinada, estaba esperanzado con que no le importara que ya tubiera un hijo, era su alfa después de todo no había manera en el mundo en que lo rechazara, ese día que lo vio y capto su olor supuso que tal vez el alfa no lo vio, ni lo olió por todo el alboroto con los guardias, pero esta vez haría que lo viera y él lo salvaría.
En el hospital hace como 2 días captó su aroma, uno muy ligero, esa mañana también lo capto y decidido a ir tras él escapo con su hijo yendo tras el rastro de olor a invierno.
Salió a la calle despues de caminar por unas dos cuadras, tras un escaparate lo vio, ahí se encontraba, con un café en sus manos y en la otra tenía su celular, de cerca se veía mucho más hermoso, tiene cabellos negros, unos ojos negros y profundos, sus facciones son fuertes, sin duda es un fuerte alfa se dijo Jimin, solo era cuestión de que lo mirase y todo estaría resuelto, ni siquiera su padre podría impedir que estuvieran juntos, la ley no permitía que separen a una pareja destinada, ello se pagaba con la muerte.
Antes de que siquiera Jimin pudiera entrar en el restaurante alguien tomó su cintura fuertemente y el asqueroso aroma a menta inundó sus fosas nasales.
-¿A donde crees que vas con mi hijo pequeño?
-Suéltame-y cuando intento decir que ahí estaba su compañero, el alfa con olor a invierno alzo su vista y sus ojos se conectaron, el alfa al fin lo miró.
Jimin esperaba que saliera del restaurante y lo protegiera de su padre, que lo llevara lejos, sin embargo nada de eso pasó porque volvió a agachar su mirada y siguió observando su celular como si nada.
-Vamos a casa-dijo su padre
Jimin se dejó llevar, el dolor que sintió su corazón y pantera era tal que, sentía morir cada parte de él en ese momento.
Los días pasaron y Jimin ya no sentía la calidez de siempre, ya no sentia nada, el único buen sentimiento que le quedó fue el amor a su hijo.
-Tienes que comer padre, estás débil-dijo metiendo una cucharada de comida en la boca de su moribundo padre.
-Llévame al hospital, estoy demasiado mal.
-El médico ya vino ayer y dijo que te hace falta reposo y comida, ahora come que se enfría.
Cada mañana, tarde y noche Jimin alimentaba cariñosamente a su padre, con comida saludable, echa con mucho amor y un ingrediente especial.
El día en que trato de escapar con Jungkook, el pequeño había temblado y llorado demasiado y cuando llegó la noche su padre había llegado a la misma conclusión que Jimin, Jungkook iba a ser un omega.
Esa misma noche su padre se regocijo en su dolor y le dijo todo lo que le iba a hacer a Jungkook en cuanto se presentara, esa misma noche Jimin decidió poner el ingrediente especial en la comida de su padre y así lo hizo en la mañana siguiente, su padre decayó rápidamente y con ello la arpía de su esposa Jennie se fue en el primer momento que pudo, no quería cuidar a un viejo enfermo dijo y se fue.
En el funeral de su padre no lloro ni una sola vez, ya había derramado las suficientes lagrimas por causa suya en muchos años.
ESTÁS LEYENDO
No te quiero? (Yoonmin)
Short StoryJimin va al mismo parque siempre que puede, se sienta en la misma banca donde puede observar a Jungkook de 4 años jugar en los juegos infantiles, solo con mirar su dulce sonrisa hace que el doloroso castigo que vendrá después sea tolerable. Jimin:...