No te quiero? (Yoonmin)

La vida es un pañuelo

-No puedo creer que el hijo del viejo Park quiera revaluar el contrato que ya firmó su padre que en paz descanse-seguramente es un cachorro mimado que no sabe nada de empresas.

-Escuche que es un depredador para los negocios, no te confíes Yoongi-dijo Namjoon a su socio, ambos estaban muy nerviosos, ya habían pasado por aquello unos meses atrás y ahora nuevamente tenían que convencer al nuevo presidente de empresas Park de firmar con ellos.

-Sabré como lidiar con él-respondió muy confiado, tomó la perilla de la sala de juntas de su empresa, el nuevo y joven presidente de empresas Park ya estaba allí, era demasiado puntual.

Al abrir la puerta Yoongi se llevó la sorpresa de su vida, esos ojos negros ya los había visto antes, llenos de lágrimas y dolor, pero más que todo de decepción, esos labios rellenos ya los conocía y el olor inigualable a cerezas y rosas rojas estaban por todo el lugar.

El omega imponente lleno de vida se puso de pie, no era ni la sombra de lo que fue hace algunas semanas atrás y es que tanto fue el dolor que todo sentimiento bueno en el omega murió ese mismo día junto con parte de su pantera que apenas y estaba viva, en ese momento.

-Señor Min, le presento al nuevo presidente de empresas Park, Park Jimin y yo soy Seulgi su asistente un gusto.

-Mucho gusto-habló él omega tendiendo su mano a él, Yoongi no supo en qué momento se había acercado tanto al omega pero ahí estaba viéndolo tender su mano para saludarlo.

-El gusto es mío-respondió sin poder creer lo que estaba pasando, al tocar la mano del omega sintió a su pantera interior rugir en felicidad, algo que hace mucho tiempo no hacía, pues la mayoría del tiempo se pasaba durmiendo desde el día en que vio por última vez al omega siendo arrastrado por el viejo Park.

-Bien si me permiten tomar la palabra-dijo Jimin en voz alta captando toda la atención de los presentes-encontré algunas falencias en el contrato que firmó mi padre con su empresa, ahora mismo cabe recalcar de que yo estoy al mando de todas las empresas que dejo mi padre y por consiguiente tengo todo el derecho de redimir el contrato que firmó anteriormente con su empresa Señor Min.

-No existe ninguna falencia en el contrato-contraatacó Yoongi.

-Claro que sí y hay muchas, envié un correo electrónico en la mañana con todas las falencias y una leve reseña de cómo arreglar aquello.

-Recibí el mensaje pero no le tome mucha importancia.

-Es una lástima, creí que podríamos llegar a un acuerdo pero me temo que no puedo hacer negocios con alguien de su carácter Señor Min, dejar algo tan importante en el olvido y pisotearlo como si fuera basura es algo muy despreciable e irresponsable, además de que me dio la prueba suficiente para saber que nuestras empresas nunca tendrán ningún vínculo-respondió Jimin con el corazón roto, pues en el aún se encontraba un pequeño y minúsculo pedazo de esperanza que murió con las palabras de Yoongi.

Al terminar de hablar Jimin salió por la puerta principal junto con todos los que lo acompañaban y Yoongi solo pudo quedarse observando como su compañero se iba junto con el futuro de su empresa.

Al recuperar la conciencia de todo lo que pasó fue corriendo hacia su oficina, lo cierto fue que no vio por completo aquel correo electrónico, solo la primera página, estaba bien redactada y subrayaba algunas falencias que tenía el contrato pero su orgullo fue más fuerte y dejo de leerlo, ahora sabía que debió haber leído hasta la ultima hoja de ese documento.

Leyó rápidamente dos hojas más de negocios y al final había una carta.

Estimado Min Yoongi espero y pueda leer esta carta que muy irrespetuosamente me atreví a dejar junto con los documentos de negocios, pero es lo único que puedo hacer, pues verá me tomé el atrevimiento de investigarlo, creo y pienso que a estas alturas debe saber que soy su pareja destinada y sé que algo debió pasarle para que me haya rechazado, pues verá me temo que tuve razón. Usted se casó con mi hermano Ren, pero lastimosamente el falleció tiempo después.