Erick—llame por tercera vez a mi pequeño hijo, para que bajara a comer
No recibí respuestas,camine un poco y comencé a subir las escaleras hasta llegar a la habitación de mi hijo.
Cariño, papá se va a enojar si no bajamos ya—le dije sentándome a un lado suyo
Papa, ira—alzo sus manitas mostrándome el dibujo que este hacía—Somo, yo, tú, papa Joe—
Está precioso—dije sonriente y me levanté cargando a mi hijo y le comencé a dar vueltas—Ahora, vallamos con papá Joey, si no, ya sabemos cómo se pone—mi hijo asintió con su cabeza y bajamos
Por fin—hablo mi esposo Joel
Conocí a Joel unos tres meses después de la muerte de Erick. El me rescató, hizo que dejara de beber, que comenzará mi vida claro que nunca olvide a Erick.
Medio año paso para que comenzará una relación con Joel, todo iba también que le propuse matrimonio y el aceptó. Un año después nació Erick, un niño de cabello color castaño, con las mismas facciones que Joel, pero. Saco los ojos verdes esmeraldas, si, el mismo color de ojos de Erick. En todo este tiempo yo no e olvidado a Erick y no crean que por tener un matrimonio me e olvidado de él, o solo por tener una pareja a la cual amo. Eso no es así. Joel, siempre me a apoyado, le conté toda mi historia y de echo me llevo a terapia, cambie, por supuesto que cambie, esa fue mi promesa a Erick. Lo tengo tan presente que diario antes de dormir tomo una de sus fotos y la veo, me parte el alma el saber que él ya no esta conmigo, Joel me abraza y me dice que todo estára bien, que Erick debe de estar muy orgulloso de mí por lo que estoy haciendo. Joel es como un ángel que estoy seguro Erick me mandó.
Lo siento amor, este pingo no bajaba—sente a mi hijo en su mesita y yo me senté en la cabecera. Martha no tardó y comenzó a servirnos.
Nene, te e dicho que bajes enseguida—hablo Joel para Erick
O sé—dijo y bajo su cabezita comenzando a jugar con sus manitas
Oh pequeño, no pasa nada, solo recuerda que si la comida se enfría Martha se pone todo “uff"—dije a mi hijo rascandole su pancita
Señor Vélez, yo no me pongo toda “uff"—me dijo Martha riendo
—Si usted lo dice—dije y recibí un jalón de orejas por parte de Martha—Ya, ya, ya, ya, me duele—
Mi esposo y mi hijo estaban riendo. Los jalones de Martha si que duelen.Con Martha juego así, ella desde chiquito a sido como una madre.
Y ahí estaba el, sentado enfrente mío, sonriendo como el solo sabía hacerlo. Puede que me digan loco por ver a alguien muerto. Pero esto me conforta, saber que él está aquí conmigo y me cuida, que me perdono por todo lo que hice. Siempre que lo veo el solo me sonríe y me recuerda lo mucho que me ama. Y yo siempre le digo que absolutamente nadie ocupará su lugar en mi corazón por qué lo que siento por el es un...
“Amor Eterno"
Fin.