Kim Sowon una chica que creía que su vida era normal o eso pensaba ella hasta que cumplió sus 18 años de edad, comenzando a descubrir que todo lo que creía no era real, ahora que ella sabe que es un lobo debe de tener cuidado con Jung Eunha princesa...
Eunha se encontraba en un aprieto no sabia que hacer en estos momentos, había noqueado a la chica lobo solo por no conseguir la información que quería, pero por ese pequeño berrinche que hizo solo consiguió que tuviera que cargar con la chica alta.
Eunha: Oh perfecto Eunha, ahora tienes que hacerte responsable del perro, ¿pero a donde la puedo llevar...?
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Decía la chica vampira tratando de pensar, con la intención de obtener una idea de que hacer con la chica lobo.
Eunha: Tal vez... si la llevo a mi habitación y la mantengo amarrada podría ser un opción, solo en lo que pienso en algún otro plan, después de todo solo es un perro nada que no pueda controlar, solo tendré que disfrazar su aroma con el mio... agh... no puede creer en lo que me estoy metiendo...
Después de aquello Eunha acomodo a la chica alta en un posición sentada, mientras que ella se colocaba lentamente sobre su regazo de Sowon.
Eunha: Bien... solo debo... solo debo restregarme por su cuerpo... espero que no me pase sus pulgas...
Dicho eso ultimo Eunha paso sus manos por el cuerpo de la chica alta comenzando así a apegarse sobre el cuerpo de la chica lobo, comenzando a esparcir su aroma por todo el cuerpo de Sowon, cuando la princesa de los vampiros estaba por levantarse del regazo de la chica alta, sintió algo que rozaba con su centro dejando a una confundida Eunha.
Cuando Eunha se levanto del regazo de Sowon se pudo percatar de que algo se marcaba sobre la entrepierna de la chica lobo, esto solo confundió mas a la chica vampiro.
Eunha: Espera... eso que tiene es un... es un... pero creía que solo los hombres lo tenían...
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Decía la chica un poco asustada al descubrir algo que no debería de tener aquel perro, Eunha seguía tan inmersa en sus pensamientos cuando escucho voces provenir por el callejón, rápidamente sostuvo a la chica lobo llevándose de aquel lugar por los cielos, con la intención de llegar a su hogar y pasar desapercibida de los demás vampiros.
En el bar se encontraban bailando todavía Yerin y Umji ignorando por completo que Eunha ya no se encontraba en el lugar, mientras que Yuju y Sinb se encontraban a unos cuantos pasos de distancias de aquellas chicas vampiras.
