Encuentro

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Jacky se disponía a dormir, después de ducharse y aplicarse una perfumada loción humectante en todo su esbelto y tonificado cuerpo para mantener su piel suave.
Después de todo, era parte de su trabajo como modelo en una famosa empresa de lencería, cuidar su figura y tenerla en perfectas condiciones.

Se recostó en la amplia cama king size y se cubrió con el edredón, las luces estaban apagadas a excepción de una pequeña lámpara en su buró que iluminaba con una tenue luz la habitación.
A veces se sentía tan pequeña y tan sola en esa gran cama, alguien faltaba a su lado. Era una mujer hermosa y atractiva de veintidós años, y pretendientes no le faltaban, pero su mente y su corazón sólo le pertenecían a un hombre.

Sus ojos ya se cerraban por el sueño, cuando escuchó una llave abriendo la puerta de su lujoso departamento y se levantó en seguida, se puso una bata que amarró en su cintura y salió un poco nerviosa de la habitación con los pies descalzos.

Con pasos lentos y sus castaños ojos muy abiertos avanzó por un corredor que la llevó a la sala de la entrada, en la oscuridad percibió una silueta que extendía su mano hacia el botón de la luz, y al encenderlo se iluminó la estancia, su corazón se aceleró de sorpresa y alegría al ver a Namjoon.

- ¡Nam! - exclamó ella al verlo y corrió hacia él.

El apenas tuvo tiempo de dejar unos paquetes en el sofá y extender sus brazos hacia ella, con una enorme sonrisa que marcaba unos oyuelos en sus mejillas.

Se encontraron en un efusivo abrazo en el que él la levantó, al tiempo que ella rodeaba con sus piernas la cintura de Namjoon, cubriéndolo de besos.

El correspondió abrazándola con fuerza y besándola entre sonrisas.

- ¿Cómo estás hermosa? - Preguntó  mientras depositaba cálidos besos en su rostro y en sus labios.

- Nam, me asustaste, no sabía que ibas a venir, no me mandaste ningún mensaje - reclamó ella dulcemente.

- De último momento nos dieron unos días de descanso, yo tampoco sabía y quise sorprenderte Jacky , no te asustes bebé - respondió él mientras la alejaba un poco de sí mismo para desatar la cinta que ajustaba su bata y quitársela lentamente, dejando al descubierto su perfecto cuerpo en unas pequeñas prendas de encaje color beige.
-¡Pero qué hermosa vista! - exclamó Nam, mientras la miraba de pies a cabeza, para después acercarla a su cuerpo y besarla con ansiedad.

La tomaba por sorpresa, él no era de preámbulos lentos y ella apenas tenía tiempo de reaccionar abrazándolo y correspondiendo a sus besos.

- ¡Te extrañe tanto Nam! - susurro ella en medio de esa avalancha de besos apasionados.

Por respuesta, él tomó su cara con una de sus manos y haciendo presión en las mejillas de ella abrió su boca y coloco sus labios sobre los de Jacky introduciendo su lengua suave y ardiente, al instante ella sintió una descarga eléctrica que la estremeció por completo.
Apenas podía respirar, Nam la sujetaba con fuerza mientras profundizaba en su boca con besos tan intensos que de inmediato despertaban en ella el deseo de entregarse a él, en la forma que quisiera tomarla.

- ¡Me moría de ganas de verte amor! -
Dijo él, separándose un poco y mirándola a los ojos.

Jacky le lanzó una mirada traviesa
-Ahora estas aquí y eres sólo para mí - empezó a quitar lentamente la chaqueta negra de piel que él traía y a desabotonar su camisa.
Conforme avanzaba ella podía ver la respiración agitada en el pecho de él, y mordió su labio inferior al quitar completamente la prenda y mirar ese torso desnudo y bien marcado.

Nam la miraba entre divertido y excitado - ¿Qué me vas a hacer nena?
Y comenzó a deslizar suavemente sus manos por la espalda de ella, y al llegar a su trasero, la sujetó y la atrajo hacia su pelvis.
- Acércate aquí nena - le susurró él con un tono de súplica y empezó a moverse con suavidad.
Al sentir el contacto con ese miembro ya listo, ella lo abrazó con fuerza  y percibió el aroma de su loción, ese aroma varonil que la enloquecia  y empezó a depositar suavemente besos húmedos en ese pecho, deleitandose con sus pezones y provocando leves gemidos en su dios griego.

El volvió a tomar el rostro de la chica entre sus manos y continuó besándola con ansiedad, bajando lentamente por su cuello, despacio llegó hasta sus pechos, y sin consideración arrancó la prenda que los cubría para poder disfrutar de ellos sin ningún obstáculo.

Lamia, besaba y mordisqueaba, mientras que ella se estremecía y dejaba escapar leves gemidos al tiempo que empezó a juguetear con su lengua en el oído del chico, provocándolo aún más.

- ¡Woow! ¿Quieres jugar rudo preciosa? - Exclamó Nam agitado y con un rápido movimiento la levantó en sus brazos y se dirigió a la habitación. Ella le rodeó el cuello mientras dejaba besos húmedos en él.

Al entrar en la recámara, la dejó sobre la cama y ella se incorporó un poco para poder mirar, como él , de pie frente a ella, desabrochaba su cinturón y se despojaba de sus jeans ajustados.

Ante tan excitante escena, su corazón se aceleró y sintió cómo el deseo empezaba a quemarla por dentro.

Con sólo el bóxer cubriendo su miembro, Nam se recostó sobre el sensual cuerpo de la chica y sujetandola de las manos empezó a besar lentamente sus labios, introduciendo y sacando su lengua en la boca de ella, en un seductor juego.

Jacky no podía pedir más, sintiendo
ese cuerpo tan varonil, tan perfecto aprisionandola, esos labios húmedos y el dulce sabor de esa lengua ardiente que mezclaba su saliva, se transportaba al paraíso.

Namjoon se separó un poco y ambos se miraron a los ojos.
- ¡Mi Nam, mi daddy! - Exclamó ella con voz de niña mimada.

Por respuesta, él sonrió dulcemente
- Te amo nena- dijo acariciando su mejilla.

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