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Tenía quince minutos de atraso, no podía llegar tarde esta vez. El campus de la universidad es demasiado grande y más si me encuentro corriendo por los pasillos como loco desde el teatro al otro extremo donde se ubica el salón de arte de la universidad. Subí las escaleras rápido y en el marco de la puerta se encontraba Sejo-Jun un profesor serio y estricto, que sus facciones normalmente eran inexpresivas.

—Jeon Jungkook, perdí quince minutos de mi tiempo en esperarlo. Aprenda a ser puntual.

—Perdón señor, pero correr del teatro a este lado del campus es muy agotador; por favor no me saque del servicio de asistente, necesito estas horas para el servicio social—suplico con la respiración agitada por correr.

—No lo haré... de todas formas, eres algo útil—respondió de mala gana alistándose para irse—No se te olvide limpiar las ventanas con varsol. Hasta luego.

Ya cuando el maestro bajo las escaleras entre al salón, mas específicamente es un lugar que me daba mareo. Pareciera que un arcoíris hubiera vomitado aquí; mucho color entraba por mis ojos. Y no es que no me agradara, pero hasta las ventanas tenían pintura salpicada que ni siquiera la luz del sol lograba entrar. ¿Acaso no son los lienzos los que se pintan?

Había agarrado un trapo y me dedique a limpiar las mesas, pinceles, botes de pinturas hasta las paredes y ventanas del aula. Todo era un desastre. Siempre había pensado que los artistas eran desubicados y desorganizados, pero no pensé que fuera así de real.

—Jungkook ya te falta una mesa y terminas, vamos—me dije a mi mismo con ánimo, dándome unos golpecitos en los cachetes. Me dirigí a lo que cantaría mi salida del servicio de ayudante; una simple mesa. Podía verse lo más fácil de hacer, pero ya el cansancio se daba a luz.

Me dirigí a hacerlo. Tuve cuidado al limpiarla ya que al lado se encontraba un lienzo húmedo pintado con acrílicos. Al fin, creía que nadie sabía que era un lienzo. Seguí limpiando la mesa esperando con desesperación salir de aquel lugar, pero esa dicha quedo en el aire cuando el liquido con el que estaba limpiando cayo al suelo. Automáticamente me agaché y fui a recogerlo; pero al ponerme otra vez en pie, mi cabeza tropezó con la pintura y esta se cayó manchando las baldosas de color. Lo único que hice fue levantarla viendo los colores mezclados. La puse otra vez en su base de madera y la miré por última vez. Visualice una firma, supuse que era del autor; se llamaba Kim Taehyung.

No era experto en la pintura, y evitaría hacerlo porque la dañaría más. Limpie lo que faltaba de la mesa y lo que la pintura mancho en el suelo. Salí despacio del aula cerrando la puerta, muy cauteloso. No sabia que hacer, dañe una pintura de ese tal chico Kim Taehyung, un nombre difícil de olvidar. Y una escusa en la que pensar durante el camino.

....

Todo el fin de semana estaba estresado por lo de la pintura, y si el señor Sejo se enterara, me sacara ¿Qué haría? ¿Y mi servicio social?... Deje de pensar en eso; hoy era lunes y esperaba que fuera un gran día. Me dirigía a los casilleros, hasta que de la esquina apareció de repente mi mejor amigo Park Jimin.

—¡¡Jungkookie!!, ¿Cómo estás?—hablo en tono alegre como usualmente lo hacía.

—Me asustaste Jimin, no hagas eso—dije fastidiado, el sabia que no me gusta.

—¿En que estas pensando que te veo con cara de interrogante? ¿O me estoy equivocando kookie?

—Nada Jimin, era algo "inútil"—dije relajado para evitar el tema.

—Esta bien—rio en tono bajo—espero que te hayas aprendido los diálogos de la obra, no puedes ir mal en esta asignatura es importante. No quiero que repitas un semestre de Artes escénicas porque si pasa ¿Con quién compartiré memes en clase de la señorita Ju?

𝑷𝒊𝒏𝒄𝒆𝒍𝒂𝒅𝒂𝒔 ➳ 𝑲𝒐𝒐𝒌𝒗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora