Es solo una historia más, la bella y la bestia..
Ella era un bella frágil como una rosa
Había terminando ya de hacerse las trenzas, las unió al final con una liga pequeña, roció perfume en algunos puntos y luego tomó la mochila, lista para irse.
Él era una bestia esclavo de sus impulsos
Sentía como su sangre hervía, odiaba que alguien la mirara, que alguien le hablara, y ni hablar si alguien la tocaba.
Golpeó la pared y luego se dirigió hasta donde estaba ella. La tomó de la cintura con fuerza y se la llevó de ahí, donde no hubiera más varones.
Único el día que les ataron esposas, ya no eran niños, crecieron se hicieron adultos juntos.
-acepto.-dijo el con su bella sonrisa
- __________ aceptas a Jesús Cornelio Vega Luna como esposo y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?.-interrogo el sacerdote.
-Sí, acepto.- por fin se casaría con el amor de su vida, y no podría estar más feliz.
Todo marchaba bien o eso parecía. En su primera luna de miel juro serle de por vida fiel
-eres el gran y único amor de mi vida _____.-dijo para después besarla.-seremos solo tu y yo, siempre.-volvió a decir mientras se tiraba sobre ella cargando todo el peso en sus codos.
-¿me lo juras?.-le pregunto.
-te lo juro...-respondió para luego hundirse en ella.
Y ella a él, una historia como otra cualquiera quien les ve y quien les viera
-juró serte de por vida fiel, eres el hombre de mis ojos, el amor de mi vida.-le dijo ella con los ojos cristalizados, no podía creer que luego de tantas trabas estuvieran ahí, amándose los dos mutuamente.
Pero el tiempo pasa y las relaciones se agotan se cansa, ella ni lo nota porque está ciega.
Escucho como la puerta principal se abría, su esposo había llegado ya.
-Hola amor.-trató de besarlo, pero el la apartó de manera brusca
-estoy muy cansado me iré a dormir.-se limitó a responder dejándola en la estancia sola, sola y confundida por el repentino acto.
Ciega de amor pero el no aguanta la monotonía ya no quería ser dueña de una solo tipa.
Salía de la casa temprano, directo a la casa de Guillermo, pasó antes por alcohol y luego tomó su camino hacia allá.
Le hartaba el simple echo de que lo quisiera tener solo para ella.
O eso les decía a sus colegas de copa
-suelo irme con otras, pero ella ni lo nota.-le dijo a su gran amigo ya con varias cervezas encima, ya saben, todo parece divertido en ese estado.
Bella estaba ciega pero no era tonta, ya dudaba cuantas noches sola, cuantas horas en la madrugada.
3:28AM
Miro por 10 vez el reloj en el buró, casa vez se hacía más tarde y el no llegaba, comenzaba a preocuparla ya.
Trato de marcarle a su celular, pero como sucedió las pasadas 28 veces, mandaba directamente al buzón. Ella tenía una corazonada, y le pedía a Dios porque fuera equivocada.
La primera vez fue la más dolorosa, le regaló una infidelidad por cada rosa.
El estaba bañándose cuando una notificación llegó a su celular. No dudo mucho para cuando tomó el celular de su esposo. Abriendo el mensaje
Sintió como una daga se clavaba en su corazón, salió de ese chat para mirar la bandeja de mensajes
Sintió como si su corazón se rompía en pedazos, no era necesario abrir las conversación para saber de que se trataban.
Y es que el perdón será tu debilidad, pero lo que pasó una vez siempre sucede una vez más.
Jalo su cabello a la vez que detenía sus brazos en su espalda. Comenzó a besar bruscamente su cuello.
Le grito en su cara para después tumbarla en la cama.
Este cuento no es eterno. Debo salir ponerle fin ser más fuerte que esa bestia debo salir quiero vivir. Quiero vivir.-pensó mientras se sentaban en una esquina del baño, tallándose con fuerza para quitar todo rastro de él.
