Looking For Footprints

Capitulo I: Soledad Y Muerte

La linda, Linda Soledad, para muchos es mala y te rebaja la autoestima pero no es cierto les informo, yo no creo eso, para mi es lo mejor que alguien puede desear y tener.

Yo soy Michael Taylor y soy un chico de 16 años, solitario y sin amigos al que le gusta su vida tal y como es.

El principio de la escuela estaba cerca y no quería desaprovechar el tiempo libre que me quedaba, pues, ya iba a estar rodeado de gente y no quería perder la soledad que me quedaba. Faltando solo una semana para que empezara la manifestación de la sociabilidad, decidí tomarme un paseo por el "Bosque Disuelto" un bosque al que puedes ir para evitar a la gente, es decir, mi lugar favorito.

Para llegar al bosque tenía que caminar una distancia intermedio ya que, vivo casi en el centro del pueblo pero, es una ventaja porque todo me queda cerca. Bueno volviendo al tema del bosque, para llegar a él tenía que pasar por el ''Camino de Cristal" era un lugar en el cual vendían ventanales y cosas de vidrio como esculturas, ventanas y piezas, tal que hace 15 años hubo un temblor y ya saben que pasó. Luego de que salgo del camino llego a el bosque, me adentro en el hasta un claro que se encuentra casi en el centro. Camino, camino, camino y me entró un escalofrío que me erizó la piel, lo ignoré pero sentía que me tenía que dar la vuelta e irme a casa, es como si presentía que pasaría algo. En fin seguí caminando y escuché algo proveniente del claro, era un ruido raro como el de cuchicheos y risas, me asusté por un momento pero cuando observé detrás de un arbusto, pude ver una chica leyendo un libro y escuchando música relajante, En ese preciso instante me enfurecí pero a la vez me sorprendí porque wow una chica, ¿en serio una chica? Me quería acercar pero no, no sabía si quería estar sola y no sabía si es que estaba loca para estar allí, así que simplemente me fui y la dejé.

Regresando a mi casa varias imágenes y pensamientos se me vienen a la mente y no sé por qué es, son unas cabañas en el claro del bosque, era como un campamento pero nunca hubo un campamento en este bosque porque, de haberlo habido lo hubiera sabido.se sentía el aroma fresco de pino y se escuchaba el sonido de las ardillas, tenía los ojos cerrados mientras caminaba, es como si mi mente se hubiera conectado con la naturaleza. Estaba tan relajado que si una piña de árbol me cayera en la cabeza y me dejara inconsciente lo estaría por 2 días. En fin continúe con mi camino y escuche que alguien dijo a mis espaldas:

-¡Hey tú!-dijo una voz gruesa-¿qué coño haces aquí?

Me volteo poco a poco y veo que es el MALDITO GUARDA BOSQUES.

-Nada, nada solo me perdí. No encuentro el camino de regreso.
-Bueno te tendré que llevar. Sabes que esta parte y todo el bosque está prohibido, no sé por qué los muchachitos como tú vienen aquí.

En ese momento contenía todas las palabras e insultos que se le pueden decir a un guarda bosques.

Caminamos y caminamos hasta llegar a una cabaña de abedul que era muy bonita lo tengo que admitir tenía árboles a su alrededor y se veía como un lugar tranquilo. Luego nos subimos a una camioneta beige muy cuidada y limpia para que me llevara al pueblo.

En el transcurso del camino el guarda bosques me hace preguntas para "Romper el Hielo" pero, este hielo es muy difícil de romper porque estoy acostumbrado a no hablar.

-¿Y qué hacías en el allá?-preguntó el guarda bosques-sabes muy bien que está prohibido entrar ahí y mucho más solo.

Yo seguía callado no le hacía caso, no me importaba lo que estuviera diciendo ni tampoco lo quería escuchar.

-¿Qué acaso no hablas?-volvió a preguntar-tienes suerte de que te encontrara yo y no los otros guarda bosque, te hubiera ido mal amigo. Pudiste haber ido a prisión por un día.