Prologo

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Aqui esta la gran muralla que me separa de mi objetivo. La he visto millones de veces en la television, o en dia de puertas abiertas como hoy.

Bajo por la Gran Avenida Izquierda, y estoy bastante nerviosa. Observo la muralla, llena de armas preparadas para acabar con cualquier amenaza. El problema es que esta vez la amenaza soy yo.

Por suerte las armas estan vacias, como cada año. Cada 11 de Septiembre se hace el dia de puertas abiertas del Ayuntamiento. La gente entra para ver principalmente el museo, se celebran fiestas, van las familias... El dia que consiguieron la Independencia. El dia que empezó nuestra miseria.

Los arboles decoran la calle, altos y majestuosos. Verdes con abundancia de hojas.

Y la gente baja a caudales, pero sin prisa. Todos se dirigen hacia la puerta de entrada. Se les ve contentos, disfrutando de un dia de abundancia, aunque ese dia significa el dia que cambió nuestra vida, pero en el mal sentido.

Sujeto con mas fuerza la asa de mi maletin negro. Me sudan las manos. Los nervios me donminarán en cualquier momento.

"¿Crees que haces lo correcto?" me pregunta la voz del interior. "Voy a hacer una accion que nos adelante un paso hacia nuestra libertad" le respondo desafiante.

"¿Y si te pillan?" "No lo haran" respondo, cada vez menos segura.

"¿No creo que estes tan segura. Lo mas seguro es que acabes muerta" me dice, y decido no responder. Cierro los ojos con fuerza deseando que me deje en paz.

Cambio de direccion con la gente y entramos por la puerta principal. Siempre vigilada, menos un dia al año. Suspiro con fuerza cuando estoy dentro y observo la casa del alcalde. Grande, amenazante. Como una carcel. Y alli dentro se esconde mi objetivo. El blanco. Aunque hoy no llegaré tan lejos. Solo daremos un aviso.

Me pongo mas nerviosa, pero intento tranquilizarme. Observo de reojo los unicos guardias que hoy tienen que trabajar: los que vigilan la casa del alcalde. Pero paso de largo.

Hay un gran y amplio camino de tierra, y unas zonas de cesped. Me dirijo al Museo, como la mayoria de gente. Tiene un techo de cemento y las paredes de cristal grueso. Seria bonito si no fuera por lo que narra dentro.

"Hay gente inocente" continua la voz. "No les hare daño a ellos" respondo. "Ni siquiera sabes lo que llevas en el maletin" responde. Tiene razón, pero me quedo callada.

Me dirijo a la esquina, donde se supone que he de dejar el maletin. Mientras camino repaso mentalmente el plan que habia estudiado con cuidado. Me agacho y lo dejo alli. En el lugar preciso.

Me seco mis manos, que siguen sudando, y mis ojos vagan por los rostros de la gente que me rodea hasta parar en otros ojos. Me miran escrutandome. Me ha visto perfectamente. Es un chico, ademas es guardia, aunque le faltan el casco y la chaqueta. Sus ojos marrones siguen clavados en los mios. No se que hacer. No se como va a reaccionar. Callo mis ganar de pedirle que huya. Aguanto un poco mas su mirada, observando bien su cara y de repente empiezo a correr.

La marea humana me bloquea constantemente el paso, pero consigo finalmente llegar a la salida. Y subo corriendo la Gran Avenida Izquierda.

Voy dejando atras los arboles y la poca gente que queda, que entra animada al Ayuntamiento. Corro cada vez mas deprisa a pesar de que es subida.

Bum. Caigo al suelo. Oigo gritos. Todo se ha paralizado por un momento y ahora reina el caos. "te lo dije" me dice la voz.

Consigo llegar a la esquina. Y me invade una sensacion extraña. Me giro lentamente. Me estan apuntando. Un solo guardia con una arma contra mi. Levanto mis brazos y me quedo quieta, incapaz de moverme ni un centimetro.

Mi ejecutador levanta la cabeza. Es ese chico, solo que se ha puesto el uniforme completo. Vuelve a agacharse y apunta. Cierro los ojos con fuerza esperando el impacto, el dolor y el sueño.

Dispara.

La bala impacta con fuerza tres metros a mi izquierda.

Vuelve a levantar la cabeza y me grita que corra. Tardo dos segundos en reaccionar. Y corro, corro para salvar mi vida ya que me han dado otra oportunidad.

Corro sin volver la vista a mi salvador. Corro y oigo mas disparos, pero estan apuntados para qie no me alcancen. Giro a la derecha y corro hacia el coche.

"Gracias" pienso. Gracias.

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