j u e g o
• Manera de divertirse, perder el tiempo, demostrar tu ego y subir tu autoestima
c o n t e n i d o
• Dos o más jugadores
• Pistas
• Obstáculos
r e s u l t a d o
• Solo uno gana
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Increíble portada...
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20 de Agosto, 2014
Siento que mi cabeza es golpeada constantemente por un martillo, mi garganta arde y pica; mis ojos se sienten pesados. Intento levantarme pero me duele el cuerpo, comienzo a gritar que me ayuden.
—¡Dios mio, estás ardiendo en fiebre! —dice mamá asustada— cariño llama al doctor, dile que es algo urgente.
Apenas escucho lo que papá responde, poco tiempo después me comienzan a medicar para que pueda aliviar un poco el dolor.
—Parece que la niña tiene una infección, alguna cosa le causó un mal y eso se ha reproducido.
—A ella no le agrada la comida del colegio, cuida bastante su salud —dice Mila
—Alguna cosa se le pasó y eso provocó este efecto controversial. No se preocupen ella se recuperará pronto sin duda —explica el doctor— permitan que descanse tranquila, que tome su medicina y en 2 días todo acabará.
Le agradecen y lo acompañan a la salida. Hago memoria y en ningún momento pasó algo extraño con respecto a mi alimentación.
—¿Estás segura? algo sucedió que te puso así, no sueles enfermarte nunca —dice Luke— niña tonta deja de sobrepasarte en tus entrenamientos, solo joderás tu estabilidad.
—No puedo simplemente dejar de hacerlo, es parte de mi.
—Y tú eres parte de nuestras vidas, si algo te afecta a ti entonces nosotros nos perderemos —responde angustiado— Vi, nunca te digo que hacer pero así como te amamos tanto, tenemos miedo de que algo ocurra. Aparte de nosotros nadie sabe lo que sucede con tu cuerpo...
—Y seguirá siendo así, puedo cuidarme Luke. Mañana iré al colegio con o sin su ayuda.
Suspira— Victoria no predecimos el futuro, pero al menos tratamos de cuidar tu presente. Te amo descansa.
Me va un beso en la frente y sale de mi habitación. Cuando deja de ser Luke el Don Juan, se vuelve más sabio y cariñoso; desearía borrar esas heridas de su maltratado corazón.
Comienzo a quedarme dormida, respirando en paz y apreciando recuerdos.
°°°°°
—Eres mas terca que una mula, Victoria.
—Te dije que vendría ¿acaso no me escuchas nunca?
—Claro que lo hice pero ¿no podías esperar para traerte? —dice fastidiado— incluso viniste en la moto, cualquier con poco cerebro se venía en el carro. Aparte no puedes conducir aún, eres menos de edad.
—No empieces, sabes que ganaré yo.
Sin mas que decir me acerco a mi casillero y tomo mis cosas para la primera clase, me caen los libros en el pie y no puede haber mejor manera de continuar el día. Mientras me dirijo al curso saludo a algunas personas en el camino y antes de entrar me encuentro con el picarón del vacile.
