<<Carlos>>
Mis ojos lo veían perfectamente, estaba a unos pasos de mi, no... Esto era imposible.
Me levante como pude de la banca, el aun no me había visto, sin embargo de un momento nuestras miradas se encontraron.
Sus ojos me veían como nunca, me sentía intimidada. Después de cinco meses sin verlo, sin sentirlo, ahora lo tenía a sólo una distancia poca.
Carlos parecía acercarse, pude ver como sus pies se movían, así que por instinto camine sin dejar de verlo, sus pasos se hacían más rápidos, así que opte por correr a donde estaba Logan, el era en estos momentos mi salvación.
-¡Logan! ¡Logan! - corrí y tome su brazo sacándolo de la fila para comprar la comida.
-¿Qué pasa nena? - Logan frunció su ceño, tomando mi rostro entre sus manos.
-Lo vi, Logan lo vi-.
-¿A quien? -.
-Carlos, el esta aquí Logan- Vi como sus ojos se abrieron, creo que el estaba igual de sorprendido que yo.
-¿Estas segura nena? -.
-¡Si! Estoy segura, no podría equivocarme, el esta aquí-.
Mis nervios estaban por todo mi cuerpo. Quería irme, quería estar en estos momentos lejos de el, no estaba lista para verlo.
-Vamonos Logan, se que podría encontrarme, así que por favor vamonos-.
-Tranquila nena, vamonos a casa- Logan tomo mi mano y tomamos camino a casa.
MI mano aún sostenia la de Logan, en todo el recorrido no habíamos tocado el tema de la aparición de Carlos, sin embargo comenzaba a preguntarme que haría aquí.
-Y ya que lo viste pequeña, ¿Qué es lo que sientes? - Mire a Logan y solté una risa amarga- a mi mente vienen los recuerdos de como me trató, lo que vivimos, trato de olvidsrlem de él, pero simplemente mi mente se niega a sacarlo de mi cabeza-.
-¿Y no crees que ahora que lo viste, sea hora de poner las cosas claras y hablar? - justo cuando Logan pronunció aquello decidió parar en medio de la banqueta, la ventaja es que esta espiaba sola, solo unas cuantas pasaban por ahí.
-No tengo nada que hablar con el Logan, ya te lo dije-.
No quería escuchar más comentarios. Desde que vine a Venecia mi objetivo era pensar, alejarme de él, llegue a pensar que nunca lo volvería ver ni a hablar con él, después del segundo mes en que lo dejé ya no recibí más de sus regalos y notas pidiéndome que regresará, eso me dio motivos para venir y pasar una temporada aquí con mi familia.
Hasta entonces pensé en cual sería mi reacción al verlo, claro que quería enfrentarlo, dentro de mi había muchas cosas contenidas, esperaba el momento para decirle y gritarle todas las cosas por las que pase, y ahora que realmente lo veo, hace unos minutos que lo vi me di cuenta de que la reacción que tuve fue diferente. No pensé en huir, pero aún así fue como reaccione.
Llegamos a mi casa, la pequeña y humilde morada, no quería hacerlo antes, quería aunque sea un día de diversión antes de que Logan se fuera de regreso a Nevada, llegamos a la entrada y abrí con la llave que siempre traía conmigo, lo invite a pasar pero el se negó.
-Te dejo aquí nena, tengo cosas que hacer-Logan me soltó una de sus lindas sonrisas.
-¿Tu equipaje? -.
-No pensé que querías que ya me fuera-Logan se cruzo de brazos- el equipaje ya lo tengo, así que eso queda en segundo termino-.
-¿Entonces que tienes que hacer? - me gustaba molestar a Logan con demasiadas preguntas, su cara de enfado era la de un niño de cinco años.
-cosa nena... Pero en fin, te propongo algo-.
-Tu diras-.
-Te propongo salir esta noche, a donde tu quieras, yo invito, ese será mi regalo de despedida-.
-Tu regalo de despedida y tu pagas... - no podía contenerme, Logan aveces era así, decía cosas un poco tontas, pero su sonrisa y su comprensión era lo que me da más ternura de él - En ese caso debería pagar yo, tu eres mi invitado, yod ebo de invitarte a ti en esta noche-.
-Nena, creeme que para mi el con solo tenerte así, a mi lado, es un regalo increíble que no deseo que nadie más lo tenga-.
Sus palabras me sorprendieron, esto último me dejo muy contenta, a decir verdad Logan también es una gran apoyo y amigo en mi vida, el estar a su lado es tan relajante que a veces pienso, aunque suene romántico, siento que con el tengo mucha paz.
-Entonces ¿Te recojo a las ocho treinta? -.
-Esta bien, te veo aqui- sonreí y me despedí de el con un beso en su mejilla, no entre a mi casa hasta que el desapareció de mi vista, entre y cerré la pierta principal subiendo a mi habitación.
Deje la bolsa sobre mi cama y con toda la pereza que cargaba mi cuerpo me recoste dejando caer mi cuerpo en la cálida sensación de mi cobija.
Carlos me vio, yo le vi, puede que aun estemos destrozados, pero es momento de dar vuelta a la página.
Las palabras de Logan aún rondeban en mi cabeza, y al parecer el tenia toda la razón, si quieo olvidar a Carlos debo hablar con el en cuanto antes para así sentirme libre y dejar que el viva su vida.
Solté un suspiro mirando el techo, tome el teléfono de la parte trasera de mi pantalón, viendo la hora.
Diez Catorce.
Tenía que apurarme en mis cosas para estar lista para Logan, no podía negarme, así que comencé a a como dar mis cosas en mi habitación, lista para seguir con el resto de la casa, y más que nada debía apurarme para gozar de la última noche con Logan.
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Quedate conmigo (2° Libro Entre tus brazos) ©
Novela JuvenilLo eres todo para mi morenita. *En esta novela podría haber errores ortográficos, aun no he corregido los capitulos.