SCP RESPECT

CAPITULO 2: UN NUEVO DESCUBRIMIENTO

Robert al detener el libro voltea a ver a  la doctora Salina

-oiga… cuidado… podría noquear a alguien- le digo mirando a aquella mujer de reojo la cual noto sorprendida ante mi aparición, noto sus ojos enrojecidos seguramente no estaba acostumbrada a esto, mientras tanto salgo del ducto y me dispongo a inspeccionar el lugar.

-eh… pero… tu eres… ¿D-949020?… ¿Cómo es que?...- pregunta la mujer deteniéndose y colocándose de espaldas a un escritorio

Mientras reviso unos archiveros termino la pregunta -¿sigo vivo?... eso es simple- comienzo a decir mientras encuentro el archivo del SCP-173 y paso hoja a hoja rápidamente leyendo todo el contenido -solo te diré que no es gracias a los sujetos de clase C…- respondo mientras coloco nuevamente el archivo en su lugar y volteo a ver a la mujer a quien noto nerviosa

-tu… ¿Qué piensas hacer?... ¿quieres escapar?... ja… siento decirte que eso no pasara… nadie deja este lugar sin permiso… y si pretendes tomarme como rehén… te… te aseguro que…- detiene su declaración en cuanto ve que me acerco a ella

-eh… aléjate… no te me acerques- dice amenazándome con unas tijeras las cuales tomo rápidamente zarandeándolas hasta que esta las suelta y cae al piso.

La mujer al recuperarse del golpe gira su mirada hacia mi para percatarse de mi interés hacia las tijeras

-bueno… esto tendrá que servir- afirmo dividiendo las tijeras en dos para hacer un par de pequeños cuchillos y sonriendo

La mujer se nota asustada ante mi sonrisa y pregunta temblorosa -¿va… vas a… matarme?-

Ignoro la pregunta colocando mis dos nuevos cuchillos en la mesa para buscar entre los cajones esculcando hasta encontrar cinta adhesiva y una carpeta

La mujer molesta me pregunta con fuerza -¿me estas escuchando?-

La ignoro nuevamente y con los materiales creo unas pequeñas fundas improvisadas para guardar los cuchillos e introducirlos en cada uno de mis bolsillos

-TE ESTOY HABLANDO- habla fuertemente la chica

-¿Qué ocurre contigo? ¿acaso estas loca mujer? ¿quieres que nos encuentren esas cosas?- pregunto sorprendido ante el estruendoso grito

La mujer se sorprende colocándose frente a mi y enojada pregunta -¿yo la loca? Tu eres el que entro aquí durante una brecha de contención solo para “ojear” un archivo y tomar un par de tijeras… ¿Cómo te salvaste de los SCP-939?... ¿Cómo llegaste hasta aquí?-

Doy un suspiro largo y la quito de enfrente mío tomando su hombro apartándola -(suspiro) mujer ¿y eso que importa?- pregunto caminando unos pasos al lado de la puerta donde colgaban un par de batas para revisarlas notando que debajo de la puerta comenzaba a entrar un pequeño chorro de sangre, en mi curiosidad observo por la pequeña ventana dándome cuenta de que fuera se encontraban los restos ensangrentados de un guardia, para después ver a la mujer de reojo quien comienza a llorar.

-deja de llamarme así… soy … Salina… y si… me… “snif” importa… “snif” ¿Por qué alguien… “snif” como tu… sobrevive y gente como el…- la mujer seca sus lagrimas con las mangas de su bata desplomándose al piso rompiendo en un llanto desconsoladamente

Continuo con mi labor -bueno Salina… parece ser que no encontré lo que buscaba… y por desgracia esto no me sirve- aclaro en voz alta lanzando la una tarjeta igual a la que le quite al sujeto pero con un enorme 3 en la esquina por desgracia muy maltratada frente a la mujer lo que hace que esta reaccione y revise sus bolsillos confusa

-pero… ¿en que momento?- pegunta ella analizando la situación, después de un minuto su mirada cambia y me ve con furia -tu… su tarjeta… tu se la quitaste… ¿cierto?- pregunta en un tono lúgubre