Capítulo 1

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Marcela era una muchacha normal, bonita, extrovertida, amante de los
deportes al aire libre, las fiestas, pasar tiempo con sus amigos, y por
supuesto, las redes sociales.
Según sus padres, pasaba mucho tiempo frente al computador, sin embargo
a ella le parecía apenas lo normal; no tenía ni más, ni menos presencia que la
mayoría de sus amigos en las redes sociales. Hacía las cosas que hacen
habitualmente todos los de su generación. Recomendar videos de sus artistas
favoritos, colgar fotos, y expresar públicamente su estado de ánimo, sus
pensamientos, deseos y decisiones.
Marcela iba en segundo semestre de universidad y acababa de cumplir los
dieciocho años, cuando comenzó a sumergirse en el oscuro agujero del que llegó a creer que solamente la muerte la iba a sacar.
Hacía poco había terminado una relación sentimental de dos años con
Javier su amor del colegio, con quien alguna vez pensó que quería compartir el
resto de su vida. A pesar del profundo amor que sentían el uno por el otro, el
hecho de estudiar en universidades distintas hacía que tuvieran muy poco tiempo para verse. Poco a poco, la relación se fue diluyendo en el tiempo y el olvido.
Así, un día, en una discusión, ambos decidieron cerrar ese ciclo con mucho
dolor.
Marcela no quería saber nada de ningún hombre; no se sentía capaz de
enamorarse otra vez. Estuvo un par de meses muy triste, expresando estados de
ánimo negativos en su muro de Facebook
Un día se puso a hablar con Linda, una compañera de universidad con
quien había tenido poca interacción hasta ese momento. Entre muchas cosas,
hablaron de desamor y de hombres. Linda también estaba despechada y se
sintieron identificadas. De alguna manera hablar con otra persona sobre su
corazón roto le producía algo de alivio. Comenzaron a compartir más tiempo,
pues milagrosamente dejaron de sentirse solas e incomprendidas. Un viernes en
la tarde, después de que terminaron de hacer un trabajo en la casa de Linda,
decidieron tomarse un vino… luego otro… y otro más… y al final habían consumido
dos botellas. Brindaron por las mujeres contra los hombres, por la independencia, por los príncipes azules que vendrían, por los sapos que se fueron,
se rieron, lloraron, se consolaron, se abrazaron…

Tú y Yo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora