Capítulo 8

4.8K 190 1
                                    

Suspiré y me coloqué mirando al techo, mientras notaba la mirada de Natalia sobre mí.
Estaba nerviosa, y creo que incluso lo podría notar alguien a 3.000 km de distancia.

-Bueno, esto se me hace duro, así que siento si en algún momento se me cae la lágrima -La miré-.

-Tranquila, ¿Lo sabe alguien más?-.

-Joan y mi mejor amiga María -Clavé mi mirada nuevamente en el techo-.

-Cuando quieras-.

-Bueno, yo tendría 17 años, cuando esto ocurrió. Estábamos en casa, era un día caluroso. Estábamos casi por empezar el verano. Mi madre y mi padre trabajaban, y yo me quedaba en casa cuidando de mis hermanas -Dije secando ya la primera lagrima. -Yo Soy la mayor, después Marina y finalmente Chloe-.

-Tranquila. -Acarició mi mejilla-.

-Marina y Chloe se empeñaron en bajar a la piscina de la urbanización, y la verdad es que yo la odiaba y la odiaré con toda mi alma siempre -Sorbí los mocos- Ese día, había un cumpleaños de uno de nuestros vecinos, así que puedes imaginarte la de niños que había correteando allí-.

Natalia asintió mientras me ofrecía un pañuelo para los mocos.

-Gracias -Me los soné. -La cosa es que yo me senté en una hamaca, estaba tan tranquila vigilando a mis hermanas, cuando un gilipollas vino a ligar conmigo de mala manera. Yo me descuidé discutiendo con ese idiota, hasta que escuché el grito de mi hermana Marina. -Noté mis mejillas humedecerse nuevamente. -Fui corriendo, encontrándome un montón de sangre y Chloe en el agua -Rompí en llanto. -Lo siento-.

Natalia negó con la cabeza, mientras sus brazos me rodearon para unirnos en un caluroso abrazo.

-Llamamos a emergencias, vino la ambulancia, la llevaron al hospital, y después de varios días...-.

-Lo siento mucho -Dijo Natalia con lágrimas en los ojos-.

Me aferré a su cuerpo con más fuerza, notando como mis lágrimas salían con más velocidad, creando un pequeño río de lágrimas, sobre mis mejillas.

-Siento lo que pasó en mi piscina, de verdad que debí respetarte... -Acarició mi cabeza.-De verdad, que...-.

-No pasa nada, me enfadé, pero luego entre en razón al hablar con María y Joan sobre lo que pasó -La miré. -Ellos tenían razón. Tú no sabías por lo que había pasado, no sabías nada de mí -Sequé las lagrimas que brotaban por su cara. -Pero no lo vuelvas a hacer-.

-Lo prometo -Sonrió-.

-Gracias -Le sonreí- gracias por contarme lo tuyo, y gracias por escucharme-.

-Gracias a ti por confiar en mí-.

-Y ya que estamos así, ¿Qué te parece empezar de nuevo? Creo que hemos empezado con mal pie-.

-Me parece bien, desde 0-.

-Desde 0 -Me puse en pie-.

-Podríamos empezar conociéndonos, ya que sabemos poco de la otra -Dijo nerviosa- en plan 8 preguntas cada una-.

-Me parece estupendo-.

-Hola -Se acercó a mi- Soy Natalia Lacunza, tú debes de ser la fotógrafa ¿No?-.

-Exacto, Alba Reche -Le di dos besos en la mejilla. -Encantada-.

-Igualmente, ¿Te parece bajar y seguir con las fotos?-.

-Realmente hoy me gustaría ir al sitio del que te hablé en la última sesión-.

-Cierto, se me había olvidado -Se rascó la nuca-.

Sempiterno 「Albalia」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora