Se mia, my lady~. <<bridgette x felix>>

prologo

Se que cometí errores en el pasado y te herí sin razón.

Me di tiempo de mirar atrás y darme cuenta de lo estupido que era contigo.

¡Félix! —hablo emocionada. La azabache se encontraba estrechandome en un cálido abrazo que no dude en corresponder— Eres un tonto!

Me aparto bruscamente, me le quede observando sorprendido. Sus ojos se encontraban derramando lagrimas, intente consolarla pero se iba alejando cada vez mas.

Detuve mi vano esfuerzo de llegar con ella.

" Félix estoy casada ahora.."

Su voz empezó a sonar en los alrededores, todas decían algo hiriente para mi. Tenia que admitirlo en realidad me lo merecía y era un buen castigo que recibía por parte de ella.

"Félix no me vuelvas a besar en tu vida!"

Mire aquella imagen de la fiesta que se hacia presente a mi.

"Puedo volver a trabajar?"

El dia en que la volví a ver después de mi estupidez.

"Mataste a mi esposo claude!"

Grito entre lagrimas mientras golpeaba mi pecho una y otra vez, la atrape en mis brazos para finalmente abrazarla.

Todas esas voces cesaron y quede yo frente a una sola bridgette con una sonrisa, esta acaricio mi mejilla .

"Quedemos como amigos agreste"

No!

"Agreste"

"Sr Agreste!"

Abro mis ojos alarmado, mire a mi alrededor. La chica a mi lado me observo confundida ante mi actitud e hizo caso omiso.

— Sr Agreste, ya llegamos a su destino —la azafata se alejo después del aviso. Me levanto de la silla colocando una mano en mi cabeza algo estresado, esos sueños me seguían atormentando desde que me aleje de paris.

Había bajado del avión con una gran maleta, estuve fuera de paris-francia por unos cuantos meses trabajando en inglaterra.

Solté un largo suspiro entrando al auto en donde uno de mis guardaespaldas me llevo directo a la mansión, mi viejo hogar antes de marcharme. Tuve suerte de que lo cuidase allegra mientras estuve fuera, de paso ella aprovecho un poco de los lujos del lugar.

Se lo merecía.

Durante el recorrido no hice mas que mirar mi teléfono buscando con que entretenerme, el simple hecho de estar de vuelta me tenia algo ansioso.

— Sr agreste ya llegamos —mire al frente. Devuelta a casa. Bajando del auto agradecí entrando dispuesto a descansar, era de noche y muy tarde.

Quizás patrullar no este de más

— ¡Por fin! Deseo comer una gran cantidad de camembert en este momento— salió de mi chaqueta aquella criatura negra.

— Lo harás después, Plagg las garras! — luego de elevar mi mano frente a mi rostro el kwami ingreso al anillo dando avance a mi transformación

Era chat noir otra vez.

Salí por la ventana entusiasmado de recibir el aire frío de la noche en mi rostro, unos meses sin ser aquel héroe me tenia también algo desesperado.

Pase por varios techos de diferentes edificios cada uno llegando a la torre eiffel, me coloque en la parte mas alta dispuesto a quedarme allí para contemplar aquel cielo estrellado.

— Así que estas devuelta minino...—susurro alguien a mis espaldas. La voz la reconocí enseguida y volteando mi mirada me encontré con una chica de pelo azabache el cual se encontraba sujetado en dos coletas bajas.

Sus ojos azules me habían atrapado al instante y una sonrisa no evito escaparse de mi rostro, levante enseguida abrazandola.

— Te extrañe mi lady..

— Yo también minino —correspondió el abrazo con una sonrisa. Debía admitir, este encuentro lo estaba esperando desde que supe el dia en que volvería.

La catarina se alejo luego de unos minutos haciendo girar su yoyo, la mire confundido.

— Debo decir que llegaste justo al final del patrullaje, pero no tengo de otra que solo mencionartelo —lanzo este mismo sujetándose en alguna superficie— Bienvenido de vuelta a casa Gatito.

Sin mas desapareció de mi vista, dejándome perdido en mis pensamientos.

¿Había vuelto enserio?

Quería formular que lo que estaba pasando no era otro sueño mas que solía tener, pellizque mi brazo y el dolor me hizo aclarar mi realidad.

Estaba de vuelta.