Parte 2

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<< Querido, Kaito.

Espero que todo te vaya bien. Si estás leyendo esta carta eso significa dos cosas; la primera, es que por fin te he visto, te la he dado y he salido corriendo cómo un cobarde, o la segunda, que he muerto. Pero da igual, por lo menos ya la tienes en tus manos.

Gracias por aparecer en la vida de este omega que era invisible para todo el mundo, excepto para ti. La verdad no te odio ni te guardo rencor, no puedo sentir eso. Tú fuiste el primero que me hizo conocer el significado de la palabra "amor", pensaba que ese sentimiento era ciencia ficción, pero estaba equivocado. Aunque haya sido una mentira para ti, para mí no lo fue.

Sabes, el día que me dijiste que yo solo fui una simple apuesta y una simple aventura de una noche. Me dolió bastante, aquel día mi vida dejo de tener color. También sé que fui un tonto al no darme cuenta antes. Tenía que haberme dado cuenta el primer día que me saludaste, como era posible que el Alfa más popular de la Academia se haya fijado en alguien como yo.

Sé que todos los "Te quiero" eran parte de esa maravillosa apuesta que hiciste con tus colegas, es decir, enamorarme y llevarme a la cama. Me alegro que hayas ganado la apuesta. Pero, de verdad te deseo que encuentres a tu omega predestinado para que te enamores y seas feliz con él. Algo que conmigo no sucedió, más siendo una mentira...

Sabes otra cosa, te doy las gracias por haberme dado el mejor regalo del mundo. Y lo siento mucho que tú no hayas podido disfrutar todo este tiempo de aquel hermoso regalo. Pero, no sabía cómo ibas a reaccionar al saber que tuviste un hijo conmigo, bueno sigues teniendo.

El día que me entere que estaba esperando a nuestro hijo. Mi vida volvió a cobrar color, ese día juré que a él nunca le faltaría nada y tampoco permitiría que le hicieran daño. Pero, si he muerto, por favor conoce a Ken, él ahora te necesita más que nunca. Por cierto, tiene tu carácter y tu sonrisa. Ken sabe de tu existencia, ya que le he hablado de ti.
Así le puse Ken por sus dos papás, es la unión de nuestros nombres. Kaito más Len igual a Ken. Es un nombre gracioso verdad, pero para este idiota es el mejor nombre.

Creo que eso era todo lo que tenía que decirte. Y perdón por no saber escribir una carta en condiciones. También te pido que no me odies por haber callado este secreto todo este tiempo....

Adiós, Kaito. Siempre serás el amor de mi vida. Los amaré por siempre a ti y a mi bebé....>>

Al terminar de leer su carta, sentí como mi corazón se inundaba de dolor, al igual que mi alma.
Sus hermosas palabras no provocaron ningún odio, sino lo contrario. Causando a mis ojos inundarse de nuevo de lágrimas cayendo por todo el papel.

Ahora entiendo porque las palabras son el arma más poderosa de un humano. Una pistola u otra arma te matan sin más. En cambio, las palabras te van matando lentamente atravesando todas las partes de tu cuerpo, tanto así que no les hace falta tocarte para lastimarte, te llega hacer un gran daño que te deja miles heridas en tu corazón y en tu alma. Unas heridas que no tienen cura.....

<<Porque no me odiaste, al igual que tu familia y tus amigos, porque tuviste que sentir amor por mí.... >> Pensé.

El odio que sentía por mí mismo se volvió mayor. Len, perdóname por no haberme dado cuenta antes del inmenso amor que sentía por ti.
Pero ahora de que sirve si ya es demasiado tarde para demostrártelo y para pedirte perdón por todo el daño que te provoqué....

Tiempo después....

Al poco tiempo, de enterarme que había tenido un hijo hice todo lo posible para conseguir la custodia y ser el mejor padre para él. Ahora Rin y yo nos llevábamos bien. Nos apoyábamos mutuamente.

— ¡Vamos, Ken! — le decía a mi hijo que hoy cumplía seis años, al igual que él, hoy cumplía siete años sin estar con nosotros.

— ¿Vamos a visitar a Papi? — preguntó todo emocionado.

— Claro, vamos con la tía Rin —

Horas después....

Los tres nos encontrábamos en el cementerio, Ken y Rin estaban dejando sobre su tumba claveles y, como siempre nos poníamos a contarle todo lo que estaba sucediendo en nuestras vidas.

De pronto, Rin coge de la mano a Ken y se marchan dejándome solo. Eso significaba que ahora me tocaba hablar a solas con él.

— Sabes, mi amor, te juró que cuidaré y protegeré a nuestro hijo, hasta que Dios me lleve a tu lado. Por cierto, tenías razón tiene mi carácter y mi sonrisa, pero físicamente se aparece a ti. Nuestro hijo nació de nuestro amor, del amor que jamás te demostré por idiota, pero un amor verdadero que solo tú me hiciste sentir. Te amo mi omega predestinado — dije mientras dejaba rosas en su tumba.

De repente, siento como alguien me abraza por la espalda. Y es nada menos que Ken.

— ¿Estabas hablando con Papi? —

— Sí, mi dulce favorito — dije sonriendo.

— ¿Papá, amaste mucho a Papi? — preguntó.

— Lo amé y lo amaré más que nadie. Al igual que te amo a ti, mi dulce favorito.....—

The End......

Eternal Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora