Cold

Capítulo 4

John Hold hacía silenciosamente un viaje en coche al centro comercial mas cercano a su casa.

Apagó la radio, pues el murmullo incesante de esta le estaba empezando a poner nervioso, y aparco su 4x4 en el aparcamiento del hipermercado.

El lugar estaba lleno de mujeres, hombres y niños de todas las edades, y todos ellos hacían demasiado ruido y provocaban un pitido constante en la cabeza de John.

Cogió un carro y fué directamente al pasillo de los lacteos, metiendo un par de botellas de leche sin lactosa, pues Nate era intolerante.

Lo siguiente en su lista eran cereales para el desayuno, y mientras se dirigía hacia ese pasillo, un peso muerto chocó contra su pierna.

A sus pies, rascandose con una expresión adolorida la cabeza, estaba un niño extremadamente rubio de unos cinco años.

John se agacho junto a el.

-Estas bien, niño?- Preguntó, realmente sin mucha curiosidad. Los niños se daban tantos golpes que probablemente este ni lo sintió.

El niño le miro, levantando la cabeza con los ojos un poco aguados y asintió levemente, levantandose con piernas temblorosas.

-Te llevaré con tu madre- Dijo John, esperando a que el niño le i dicara por donde había venido.

Habían caminado durante unos minutos, el niño casi tan confundido como John, cuando el mas mayor oyó una voz detras de ellos.

-Haciendo amigos, John? Recurres a los niños porque los adultos no te aguantan o simplemente estas esperando para librarte de él?- Preguntó la voz que John mas odiaba revosando de sarcasmo.

-En otra ocasión, te mataría aquí mismo, pero hay niños delante- Respondió el hombre con ira en su voz. -Pense que te había dicho que no quería verte nunca mas, sin embargo aquí estas, persiguiendonos otra vez.- Añadió despues, cuando el otro hombre no respondió.

-La verdad, solo me dijiste que me mantuviera alejado de él, no de tí.- Dijo el recién llegado con una pizca de malicia

-Jacob...- Dijo John.

-John...- Le imitó el otro.

El nombrado se giró, mirando a los ojos grises del hombre frente a el.

Era ligeramente distinto de como lo recordaba, con el pelo algo canoso y la expresión mas cansada, pero la estupida sonrisa de lado que ponia de los nervios a John no habia cambiado para nada.

-Mantente alejado de mi hijo.

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Al final, Nate tomó el bus a casa.

Justo después de que Hunter se fuera, camino los metros que le separaban de la parada y se metió en el primer bus que le llevase a casa, aun con la mente perdida en el encuentro anterior.

Por ahora, todo le parecía un chiste estupido; probablemente alguien se lo habia dicho o el mismo lo habia mirado en las listas de alumnos.

Nate se sentó en uno de los asientos de la parte de atras con su mochila en el regazo; el bus iba casi vacío, con un par de personas mas desperdigadas por los asientos.

Dos paradas despues entraron en el bus tres hombres vestidos completamente de negro que pagaron al conductor sin mirarle y se dirigieron hacia la parte de atras.

Hacia donde Nate estaba sentado.

De todos los asientos libres que habia en el bus, eligieron los mas cercanos a Nate, dos de los hombres sentandose delante de el y el otro a su lado.

Nate bajo la cabeza y se frotó las manos con nerviosismo, de repente la temperatura del bus parecía haber bajado drasticamente.

Diez minutos despues, la parada de Nate era la siguiente y rezo con todas sus fuerzas que los tres hombres no se bajaran en la misma que él.

Afortunadamente no lo hicieron.

El resto del trayecto pasó rápido entre pasos apresurados y los ruidos de los semaforos.

Cuando porfín entro al edificio y estaba en la última planta despues de coger el ascensor, abrió su puerta y entro rapidamente.

En la seguridad de su casa, Nate fue a la sala con su mochila y dejo caer todos sus contenidos en el sofá.

Encima de la pila de cosas yacía un papel que no habia estado ahí antes, doblado por la mitad.

Nate lo cogió con dedos temblorosos y lo abrió, leyendo lo que ponía dentro.

"Hemos llegado"