Epílogo

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Hay una leyenda que cuenta que los espartanos en el año 500 d.C. dejaban a sus hijos abandonados en el monte Taigeto para que aprendieran las lecciones de supervivencia y consiguiesen llegar a la aldea sanos y salvos. Los más débiles morían en el intento, pero los más fuertes conseguían demostrar sus habilidades de supervivencia y astucia consiguiendo formar parte del ejército espartano en el que sus antecesores habían luchado por su nación.

Hoy en día, en el año 2050 se continúa con esta sádica tradición, ya que las constantes guerras entre países han llevado a la destrucción total de lo que se conocía por el planeta Tierra. El mundo se ha dividido en tres grandes países independientes, conocidos como Arcadia(la unión de las antiguas Américas e Islandia); Araucania ( la antigua África) y Elian (la unión de lo que antes se conocía como Europa, Asia y Oceanía), el país que ha conseguido el mayor "avance" por así decirlo, ya que toda la tecnología existente se destruyó poco a poco durante las guerras.

Todos estos países cumplen con la antigua tradición.

A nuestro protagonista, que completó su prueba hace casi cuatro años, se le ofreció la posibilidad de unirse al ejército espartano ya que era muy bueno con la espada y el arco. Sin embargo, éste declinó la petición. Había aprendido a sobrevivir en el monte y la idea de vivir allí le tentaba. Todas las mañanas salía a cazar animales con los que alimentarse durante varios días. A veces cazaba solo por placer y otras veces simplemente salía a despejarse. Vivir allí solo tenía un inconveniente.

No se comunicaba con nadie.

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