Nunca miré más allá

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Estaba soleado, mucha calor pero era obvio estamos en pleno verano. Y eso no me gustaba, siempre preferí el invierno; frío y frío. Salir a caminar y que el frío me golpeé, sentir mí nariz fría y mis ojos llorosos. Era algo que disfrutaba mucho y cuando es de noche, sale la luna un momento que espero con ansias porque ella me hipnotiza; mirarla horas y horas sentiendo una calma que me reconforta de una manera extraña.

No puedo dormir tranquila sin antes observarla y sentir que ella también lo hace. Porque la siento, me llamarán loca o extraña y hasta yo misma me lo digo pero no tengo otra manera de explicarlo.

Me acuerdo cuando mí madre me contaba que ella venía a la noche a asegurarse que estaba en cama, por dormir y yo me encontraba en el balcón desparramada en el suelo de madera hablando, la primera vez que sucedió se quedó todo el rato hasta que intento descifrar que decía y con quién hablaba, lo que obtuvo fue una conversación con la luna, me dijo que yo le contaba mí día y cosas que hacían ellos, mis padres. Como era niña, entendió que era un juego. Algo que me olvidaría, algo pasajero pero no fue así. Seguía pasando el tiempo y yo seguía hablándole a la luna.

Hasta que cumplí mis 12 años. Una noche que me cambio y por ende cambio mí vida. De la cual no tengo un mínimo recuerdo, algo extraño que siempre me sienta mal. Porque desde esa noche desaparecí un mes.

Y cuando me encontraron, bueno yo los encontré. Si, yo los encontré; llegué a casa gritando el nombre de mí madre, ella asustada no podía creer que su niña estuviera ahí. Cuando me vieron era un desastre; toda sucia, con arañazos y muy delgada.

Me preguntaban donde había estado y no entendía nada, porque yo me había despertado en el patio de mí casa sin ningún conocimiento de haber desaparecido un mes.

Luego de eso me llevaron al hospital, me hicieron análisis, mucha gente hablaba conmigo, querían saber dónde había estado. Pero yo no sabía nada.

Después de un mes fui dada de alta, me alegraba ir a casa. Esa primera noche que dormí en mí hogar, mamá fue a controlarme como siempre pero lo que encontro la asustó. Yo estaba por tirarme de mí balcón, ella gritó y me asusté. Me rogó que bajara mis piernas al suelo de madera. Luego vino corriendo me agarró y lloró, para después cuando se calmó me pregunto porque había hecho eso y yo solo le respondí: "La luna me dijo que debía acompañarla de nuevo".

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2019 ⏰

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