Cierro el baúl de recuerdos en mi mente, lo recordaba como un rincón oscuro de esta, por suerte ahora que te conté puedo ver como se va desempolvando aquel rincón, como va dejando de ser tan oscuro y sombrío, es parte del proceso para descubrirnos, recordar aquello que en su momento nos dañó y liberarlo. Tengo que hacerlo, es necesario liberarlos ante ti, porque sé que me escuchas y no me juzgas, me entiendes y por eso yo te entenderé cuando decidas contarme sobre ti. Los extraordinarios vamos por el mundo brillando, le hacemos competencia al sol y a las estrellas pues solemos destacar, pero al mismo tiempo somos invisibles para aquellos ojos que solo buscan lo común. Es curioso porque entre nosotros sabemos distinguirnos pero también a nuestros ojos resultamos ser invisibles, en ocasiones por más extraordinario que uno sea si no cree en sí mismo jamás podrá ver el brillo que irradia.
Es decir, somos causa y efecto de lo que hacemos y por lo mismo para descubrirnos debemos saber quienes fuimos y quienes queremos ser. Cuando era más pequeña soñaba con ser artista, cantante e incluso criminóloga pero ahora vivo enamorada de mi carrera: gastronomía, donde puedo hacer arte con los sabores, olores y emplatados, al inicio de mis estudios me imagine cocinando en España o en Francia sin embargo 6 meses después conocí al amor, así es, el amor, tenía un rostro lleno de lunares, 2 hoyuelos enmarcando su mirada, sus ojos miel profundizaban aún más su seriedad, llego cuando más necesitaba esa luz que irradiaba pues la mía se había apagado entre tanta agonía. ¿por qué agonía? Bueno como te había dicho antes, mi autoestima no estaba bien, en realidad yo sentía que nada lo estaba, me perdí en olas de alcohol y me ahogue en el humo de los cigarrillos, perdí amistades, las cosas en mi familia eran algo difíciles, las peleas con mamá y papá aumentaron, crecí y sentí esa pequeña pizca de falta de atención, sé que se ocupaban en trabajo y que cuando nos sentábamos a comer estaban cansados les quería contar todo pero no ser escuchada me dolía, no tenía a quien contarle como en realidad yo me sentía, no me conocía, siempre me preocupaba por los demás e incluso me convertí en lo que los demás querían que fuera y cuando me di cuenta era un girasol en un pajar sin saber del valor que tenía.
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Discovering who we are (descubriendo quienes somos)
Teen Fictionuna historia dedicada a la gente extraordinaria, aquellos que pasan las horas con la duda del porque están aquí, sean bienvenidos todos a esto que es tanto suyo como mio, disfruten de las paginas de esta abrasadora y reflexiva historia. con cariño:...