V

1.5K 113 16
                                    

Negrita: Diálogos
Cursiva: Pensaminetos
Normal: Narracion

Negrita: DiálogosCursiva: Pensaminetos Normal: Narracion

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov Akane~

Al día siguiente, la décima generación estaba ya sentada en el comedor, en sus respectivos lugares.
Todo estaba muy animado, Reborn había cumplido.

Logró alegrará al cielo.

La novena generación también estaba sentada en sus lugares, hablando tranquilamente. Ellos ya habían sido informados sobre el incidente, por la renombrada mano derecha del décimo anoche.

Pero todo se acabó cuando escuchan gritos de los estudiantes.
Todos dirigen su mirada al culpable; quien sonreía de forma sádica.

Tsuna: Reborn, ni en la mañana estas tranquilo? *pregunta alzando una ceja divertido, mirando a su lado izquierdo a la persona ya antes mencionada*

Reborn: No. 

Dijo simplemente, para continuar desayunando.

A todos presentes se les cae una gota estilo anime.

Pasan unos minutos hasta que por fin los estudiantes aparecen; todos con el pelo mojado y si veías bien podías ver que le daban pequeñas descargas eléctricas en sus cuerpos.
No dijeron ni una palabra, sólo se sentaron en sus lugares.

Tsuna: amm, chicos se encuentran bien?
*pregunta preocupado al verlos en tan mal estado*

Todos los estudiantes y Nezu-sensei, mira con enojo en sus ojos al cielo.
Pero no dicen ni una sola palabra al notar la presencia del noveno.

El desayuno pasó de forma tranquila, entre risas y comentarios.

Una vez el desayuno dio por finalizado, empezaron con el recorrido por la mansión.

Primero se dirigieron a la biblioteca, al abrir las puertas los primero que viene los estudiantes fueron estanterías enormes llenas de libros.
Y al fondo se podía ver un cuadro que los estudiantes al verlo giraron la cabeza sorprendidos. Su vista estaba puesto en cierto azabache fantástico de la disciplina que miraba con aburrimiento el cuadro.

Tsuna estaba nervioso, se preguntaba mentalmente porque había un cuadro del antepasado de uno de sus guardianes en ese lugar, se supone que no tendría que haber ni un cuadro, libro u objeto que los delate.

Y con una mirada en forma interrogante miro a su amiga Daniela, ella sigilosamente se acercó a el y le respondió la duda.

Daniela: *susurro* yo hice lo que usted me pidió décimo, no entiendo quien habrá puesto de nuevo el cuadro de Alaude.

El viaje a Italia (KHR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora