Capitulo 1

41 3 1
                                    

Alexandra

Abrí los ojos cuando sentí que un rayito de sol entro por la ventana y dio justamente en uno de mis ojos, para las demás personas podrá ser algo lindo, pero para mi era más que normal...

Salí de la cama y entré directamente al baño, 10 minutos después me encontraba con Rosa (la ama de llaves) en la cocina.

-Hola Rosa, buen día.

-Buenos días niña. Tus padres ya se fueron, ¿Quieres que te prepare el desayuno?

-No Rosa, gracias, yo me lo preparo, ¿Vale?

-Como digas niña, mientras tanto, iré al supermercado a comprar la despensa.

Oí cuando Rosa salió de la casa junto con Jaime el chofer, me quede un momento sentada en la barra de la cocina pensando lo que iba a cocinar, después de 5 minutos me dirigí a la nevera, y 10 minutos después estaba desayunando huevos con tocino acompañados de jugo de naranja.

Al terminar limpié la cocina para no darle más trabajo a Rosa y subí a mi habitación, tomé una ducha, me coloqué unos vaqueros ajustados una playera blanca de algodón y una camisa a cuadros roja con negro, busque mis converse blancas, me cepillé mi corto cabello, me maquillé un poco, tome mi móvil, mis auriculares, mi cartera y mis llaves y salí de casa.

(...)

Salí de Starbucks con mi café en la mano, y cuando menos lo esperé, alguien chocó contra mí e hizo que inmediatamente mi café cayera al suelo.

-Lo... Lo siento mucho, no te vi

-No te preocupes, creo que yo estoy un poco distraída.

No cabía duda que era un tipo muy atractivo, alto y un poco fornido, se notaba que ejercitaba su cuerpo, su piel era muy brillante y parecía como si fuera de oro, tenía el cabello castaño, y unos ojos color almendra brillantes, y claro, una sonrisa infantil, que hacía que el pareciera muy dulce. Y para cuando pude dejar de mirarlo, me di cuenta que me estaba preguntando algo, en ese momento me sentí ridícula y rápidamente me ruboricé.

-Perdona, ¿Qué me decías?

-Ammmm, te preguntaba si tomarías un café conmigo, ya sabes, para reponer el que tiré...

-Mmmmm, es algo extraño, pero está bien, ¿Por qué no?.

-Perfecto, conozco una cafetería muy acogedora aquí cerca...

Liam

Caminaba algo apresurado a mi departamento, estaba molesto con Nat, últimamente se portaba indiferente conmigo, y aunque tuviésemos dos años juntos, sentía que nos alejábamos cada vez más...

De pronto, sentí que choque con alguien, y escuché como cayó algo al suelo y se derramó. Era una chica, delgada, de piel dorada, con cabello oscuro hasta los hombros, tenia unos labios muy finos, realmente era una chica linda.

-Lo... Lo siento mucho, no te vi.

-No te preocupes, creo que yo estoy un poco distraída.

Mire al suelo y vi que había derramado su café, y entonces pensé en reponerlo, Nat era mi novia, pero no había ningún problema si le reponía un café a una chica, ¿O si?

-¿Quieres tomar un café conmigo?

La miré de nuevo y pude notar que no me había escuchado, pero me veía fijamente. Y cuando lo notó rápidamente se sonrojó.

-Perdona, ¿Qué me decías?

-Ammmm, te preguntaba si tomarías un café conmigo, ya sabes, para reponer el que tiré...

-Mmmmm, es algo extraño, pero está bien, ¿Por qué no?.

-Perfecto, conozco una cafetería muy acogedora aquí cerca...

Caminamos al la cafetería que estaba a dos calles, cuando llegamos decidimos sentarnos en las mesas que estaban afuera, y pedimos nuestros cafés.

-Mmmmm, con tanta distracción no me presenté. Mucho gusto soy Liam

-Mucho gusto Liam, yo soy Al...

-Disculpen la interrupción, aquí está su orden

-Muchas gracias, puede retirarse.

La miré discretamente mientras tomaba un sorbo de su café, y de pronto me sentí hipnotizado, era realmente muy linda, tenía un aire infantil y angelical, pero a la vez se mostraba como una chica inteligente y madura... Rápidamente reaccioné y me percaté de que se estaba riendo de mi.

-¿Por qué me miras asi?

-Bueno es que pareces una niña, ¿Qué edad tienes?

-¡¿Una niña?!, Jajaja. Noooo, tengo 17 años.

-Bueno, no eres muy mayor que digamos, pero si te ves más pequeña, pareces como de 13 o algo asi.

-¿Hablas enserio?

-Ummm si, pero no es malo, porque cuando hablas, pareces mayor.

-Jajaja. Menos mal.

-¿Y tú cuántos años tienes?

-si te digo, ¿No te asustas?

-Ummm... No

-Tengo 21

Alexandra

El tiempo pasó volando, Liam era un chico divertido, hacía muchas bromas y comentarios graciosos. Cuando terminé mi café, pensé en revisar mi celular, y no pude evitar abrir lo ojos como platos, no podía creerlo, eran las 9:00 p.m. Y tenía varias llamadas perdidas me mamá y papá.

-Ammmm, yo... mmmm debo irme, ya es algo tarde y mis papás deben estar preocupados, pero muchas gracias por el café, fue un placer hablar contigo.

-¿No quieres que te lleve o algo asi? Es peligroso que andes tu sola.

-No, gracias, pero no te preocupes, vivo cerca de aquí, y puedo tomar un taxi.

-Esta bien, Cuidate mucho ¿Vale?, hasta luego.

-Hasta luego...

Y salí corriendo rumbo a casa...

Yo sólo quería un café (L.P.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora