Capítulo .02 "Besayuno"

221 19 9
                                    

- Tahi... Tahi... - decía Aristóteles sin éxito, aún llevaba el pantalón de la pijama, y no traía camisa ya que para el era incomodó. En casa acostumbraba dormir semi desnudo, con la excepción de sus boxers, pero  eso ya no era posible, ahora compartía la cama con temo, y eso lo volvía algo incómodo, al menos para su primer vez en la que dormían en la misma cama. Solos. Sin nadie que los vijilara. Le acarició el cabello, las mejillas miéntras este solo se movía un poco por las cosquillas, hasta lo jalo de las piernas, pero tampoco funcionó, parecía un gato, se había aferrado a la cama con uñas y dientes. Casi literal.
- ¡T-A-H-I! - exclamó este aún más cerca de temo, apenas pudo reaccionar cuando el castaño ya le había lanzado lo primero que encontró, en este caso una almohada.

Gracias a Dios que no fue el despertador.

- En el nombre de lucifer, déjame dormir.

Y este volvió a caer rendido en los brazos de Morfeo.
Era fin de semana, el primero sin que su papancho lo despertara con sus cumbiones que ponía en la mañana, debía disfrutarlo, y ni si quiera el amor de su vida lo podía sacar de esa posición.

- Casi me matas..- susurro Aristóteles desde el suelo con la almohada aún en su cara.- perdón por intentar pasar un rato mañanero de calidad con mi novio..- y se fue refunfuñando.

Y a temo, temo ya ni si quiera lo estaba oyendo.

Salió de la habitación y lo primero que encontró es a Val saliendo de su habitación a toda velocidad mientras la morena le entregaba un termo, con al parecer café, y le daba un beso en los labios.

- Vamos Val se te hace tarde..- le dijo esta mientras le acomodaba un broche en su blusa y le probaba el cabello hacia atrás.

- Gracias por el café.- sonrió la rubia sonrojada.

Tenían ya tiempo de novias y aún así no se acostumbraba del todo a los tiernos gestos de Juls hacia ella.

-No hay de que, mi esfuerzo vale la pena si mi recompensa es tu sonrisa.- la rubia sonrió aún más.- además me dijiste que tu comida favorita era el desayuno, ¿Y qué mejor para mí que cocinar para quien más quiero..?

Estaban a punto de besarse, cuando Aristóteles por intentar no interrumpir entro estrepitosamente en la cocina.

- Este..perdón, no quería interrumpir.- dijo algo avergonzado.

- Tranquis, buenas.- dijo Val aún mirando a Juliana.

Las chicas ni siquiera voltearon del todo hacia el.
Está solo se dieron un pico de despedida, y Val  uno en la mejilla a Aristóteles.

Juliana solo la siguió con la mirada y una sonrisa hasta que está cruzó el portal de la puerta y despareció para sus ojos.

- Entonces, ¿Irán a conocer la ciudad..?- sonrió la morena mientras se sentaba en la mesa de la cocina con una taza de café.- ¿Quieres un poco? - dijo señalando la taza.

- Si gracias.- la morena se levantó pero Ari le hizo una seña de que no lo hiciera. - Está bien, yo me sirvo. Y si, quería salida conocer la ciudad, pero lo haré sin temo, parece que necesita un exorcismo....

Juliana río a carcajadas mientras veía tiernamente a el chico.

-Ay Aris, te puedo llamar Aris ¿No?.- este asintio.- las personas cambiamos mucho en la mañana. No es como las películas románticas.

- Pues si, pero no pensé que mi novio es satanista..o algo así.- dijo el rizado confundido con sus propias palabras.

- En primero, el satanismo en si no existe, en segundo, es fin de semana, déjalo dormir. Si no fuera por qué Val le llamaron de imprevisto de la empresa de su familia yo seguiría en el séptimo sueño..-

Desde Cero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora