BANSHEE (En Proceso)

SIGLO XXI AÑO 2002

-María corre! Salva a Ashley, yo me encargo de ellos!

-¡¿Qué?! ¿Estas loca?  No puedo llevarmela, tú eres su madre,  yo no puedo encargarme de ella.

Lily se acercó a María y le agarró de las manos para después mirarla a los ojos. -María, te conozco desde que nací,  sé que podrás cuidarla,  además,  soy la única que puede luchar contra ellos.

María,  llena de temor suspiró y asintió. -te quiero,  ¿Vale?.

-y yo a ti, siempre serás mi hermana.

María corrió todo lo que pudo sin mirar atrás con aquel bebé en brazos, aquella niña era la salvación de todas las banshees pero aún era un bebé para saberlo.

Los humanos las habían encontrado y ya no había vuelta a atrás. La madre de Ashley, Lily, dejó en las manos de María a su hija, con un pergamino, ¿Que había dentro?  La profecía, pero eso no era su prioridad,  debía salvar a Ashley de aquella escoria humana.

Llegó al auto y como pudo subió al bebé en el asiento de copiloto y ella de conductora, arrancó el auto y con una última mirada hacia Lily se fue de aquella ciudad arrasada por la ira.

Todo iba bien hasta que se dió cuenta de que la seguían, ella tensó la mandíbula y fue lo más rápido que pudo por la carretera intentando despistar a esos humanos,  no podía usar sus poderes pero si podía correr,  aquellas clases al fin y al cabo le hicieron falta para ese momento.

Después de horas en auto por la carretera consiguió despistarlos llegando a un pueblo no muy conocido de Barcelona, Montornés del valles, la mayoría eran pisos pero para ella sería mejor ya que así pasarían desapercibidas.

Tardó unos días pero consiguió un piso y lo único que quedaba era alistarse, pero aún así cada noche pensaba en su mejor amiga, Lily, la cual no volvería nunca y aún que ella lo sabía no quería admitirlo.

Ahora su única misión era hacer que Ashley nunca supiera de sus "poderes" hasta que llegara el momento de salvar a toda su especie.